Un día como hoy, hace setenta años, nació la desaparecida activista Laura Pollán, a quien familiares y compañeros de lucha recuerdan como un ejemplo de perseverancia y fuerza contra la tiranía. La disidente fue miembro de las Damas de Blanco y años después, fundó su propia organización, la Fundación Laura Pollán, que permanece como legado de su incansable lucha.
“Un día como hoy mi madre estaría cumpliendo 70 años de no haber sido asesinada por el gobierno de los Castro. El legado que nos dejó mi madre lo vamos a continuar, de una forma o de otra, pero el legado de Laura Pollán nunca morirá”, dijo su hija Laura María Labrada Pollán a Martí Noticias.
Pollán fue hospitalizada en La Habana por problemas respiratorios. Los médicos tras su muerte aseguraron que un paro cardíaco le costó la vida, pero su hija asegura que las causas de su muerte no son claras, debido a que no recibieron nunca “un diagnóstico convincente”.
Labrada considera que la lucha pacífica que su madre protagonizó en vida junto a otras mujeres valientes, representa el principal legado que dejó a su país, un legado que no puede perderse ni ser en vano.
“Mi mamá ha servido de mucho ejemplo, mi mama marcó pasos y este gobierno sabe que tiene bajar la cabeza cuando se habla de Laura Pollán, por la dignidad y el valor que ella representaba y representa”, expresó.
Su trabajo político
Durante más de una década acudió a misa los domingos junto a decenas de mujeres vestidas de blanco. Un recorrido en silencio, gladiolo en mano, en medio de contramarchas progubernamentales que no pocas veces usaron la violencia.
Laura María se separó de las Damas de Blanco en marzo el 2015 por diferencias con la líder Berta Soler. Desde entonces creó la Fundación Laura Pollán, que se convirtió en un proyecto comunitario dedicado a “ayudar a niños y a enfermos”, uno de los sueños que perseguía su madre.
“Eso era lo que ella quería hacer cuando fuera anciana”, concluyó.
Redacción Cubanos Por El Mundo
