Ya han transcurrido más de 24 horas desde que Nikolas Cruz puso un punto sangriento en la historia de los Estados Unidos, al asesinar a 17 personas en una escuela del condado de Broward, Florida.
En torno a esto, varios gobiernos del mundo enviaron sus condolencias a los familiares de las victimas. En el caso de Cuba, la embajada en Washington colocó su bandera a media asta para “mostrar respeto” por los asesinados.
A través de su cuenta en Twitter, el embajador castrista en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, fue el encargado de representar al régimen cubano, en vista de que el Ministerio de Relaciones Exteriores sólo seguía defendiendo al dictador Nicolás Maduro, luego de ser vetado de la Cumbre de las Américas.
La bandera de #Cuba bajó a la mitad en la Embajada como una muestra de respeto a las víctimas de la masacre de #Florida y sus parientes.
#Cuba flag lowered to half-staff at the Embassy as a show of respect to #Florida massacre victims and their relatives pic.twitter.com/yczO0OhRHR
— Dr C José Ramón Cabañas Rodriguez (@JoseRCabanas) February 15, 2018
La Florida es el hogar de la mayor comunidad de origen cubano en Estados Unidos.
Régimen lento
El régimen cubano también fue lento en responder el año pasado a la matanza en el club Pulse, en Orlando. En esa ocasión, Raúl Castro envió un mensaje al entonces presidente Barack Obama un día después para expresar su “consternación” por el ataque terrorista.
Pero las relaciones bilaterales se han enfriado desde que Donald Trump asumió la presidencia. La crisis se agudizó por los supuestos ataques que habrían sufrido al menos 24 diplomáticos, familiares y oficiales de inteligencia estadounidenses entre noviembre del 2016 y agosto del año pasado.
Cuba tampoco reaccionó a la publicación de un artículo médico el miércoles en la tarde, en el que se describen en detalle los trastornos cerebrales que sufrieron 21 diplomáticos que se habrían expuesto a una fuente indeterminada que les causó daños similares a los de una concusión.
Redacción Cubanos por el Mundo