Transcurría diciembre de 2016 y Nikolas Cruz era usuario de la red social Snapchat. El muchacho, por medio de esta red, “se cortó los brazos y dijo que quería comprar un arma“, según documentos oficiales obtenidos por Sun Sentinel, reseña El Nuevo Herald.
Al joven lo acusan de asesinar a 17 personas durante un tiroteo en la secundaria Marjory Stoneman Douglas High School, de Parkland.
Todo esto se revela un día después de que el FBI “reconociera haber recibido en el pasado dos pistas claves sobre Cruz y fallado en el protocolo, y que la Policía de Broward también revelara que recibió al menos 20 llamadas en los últimos años con información del joven“.
“Según el reporte de Sun Sentinel, el episodio en Snapchat fue investigado por la Policía de Broward así como por el Departamento de Niños y Familias de la Florida (DCF)“
Se abrió una investigación “cuatro días después de que Cruz cumpliera los 18 años, edad que le permitía comprar legalmente un fusil en Florida”.
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El informe del DCF obtenido por el Sun Sentinel reza:
“El muchacho tiene cortadas en sus brazos y planea salir a comprar un arma. Se desconoce para qué la va a comprar”
A pesar de ese incidente, se determinó que Cruz “no representaba un nivel de alto riesgo. El hecho de que recibiera apoyo en la escuela —de la que luego fue expulsado— y atención ambulatoria en el Henderson Mental Health de Broward tranquilizó su entorno.
Esta teoría quedó argumentada en el momento porque, además, el acusado vivía con su madre, asistía con regularidad a la escuela y recibía asesoramiento a través de Henderson.
“Sin embargo, cinco meses después Cruz compró un fusil semiautomático AR-15 en una tienda de armas de Coral Springs”
Joven huérfano
Lynda Cruz es la mamá de Nikolas y falleció en noviembre pasado. En un momento, declaró a los investigadores del DCF “que a su hijo le habían diagnosticado autismo y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)”.
Nikolas estaba en tratamiento por depresión y trastorno del comportamiento. “Había tomado medicamentos para el TDAH”, dijo Lynda Cruz.
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“Al ser consultados sobre el informe del DCF por Sun Sentinel, los abogados de Cruz dijeron que es la evidencia más clara hasta el momento de que el sistema no solo le falló a su cliente sino también a las víctimas que fallecieron, a sus familias y a la comunidad en general”
Los abogados dijeron que el incidente de Snapchat alertó al menos a cuatro agencias locales (DCF, la Policía de Broward, el distrito escolar de Broward y Henderson Behavioral Health) de que Cruz representaba un peligro potencial para él y los demás, según la nota.
Redacción Cubanos por el Mundo.