“Estamos bien, estamos bien”. Esas fueron las primeras palabras de una mexicana que vivió ayer el terremoto de magnitud 7,2 que se sintió en México.
Este testimonio, así como otros, los recoge la BBC Mundo en un reporte especial del fenómeno natural que amenaza de nuevo a la nación azteca.
A la mujer la rodeaban decenas de personas. Todos, concentrados en la esquina de Cholula y Campeche de la céntrica colonia Condesa, “uno de los barrios más afectados de la Ciudad de México en el terremoto que causó más de 350 muertos en septiembre pasado”.
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Otro hombre reaccionó al movimiento telúrico reconociendo su miedo.
“No habíamos tenido tanto miedo desde septiembre. No nos hemos recuperado de ese susto”
El país volvió a experimentar fuertes movimientos de tierra, específicamente a 360 kilómetros al norte del epicentro, ubicado en las cercanías de la localidad de Pinotepa Nacional, en el sureño estado de Oaxaca.
Los edificios quedaron sin electricidad y sin suministro de agua. Hasta ayer en la noche, no se registraban muertes.
Sin embargo, medios locales, reportaron el fallecimiento de dos personas “por el desplome del helicóptero utilizado por el secretario de Gobernación de México, Alfonso Navarrete, y el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, para inspeccionar los efectos del movimiento telúrico”.
Tanto Navarrete como Murat resultaron ilesos en el accidente.
Momentos críticos
Las personas, al sentir el temblor, se tropezaron unas con otras tratando de buscar salida segura. Algunas cayeron al suelo, otras se quedaron inmóviles. Entre la multitud, una mujer se hincó y cerró los ojos. Parecía que estaba rezando. Dos chicas lloraban y gritaban indistintamente, se abrazaban. El tráfico se detuvo por unos minutos.
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Todo estaba lleno de polvo. Es porque los edificios chocaban entre sí, expone BBC Mundo. Hubo zonas donde reportaron fuertes olores a gas.
“Una mujer había salido en bata de baño. Otra, salía sin zapatos de un salón de belleza donde le estaban arreglando las uñas de los pies”
Un señor que pasaba por la calle le dijo a otro “es la alarma sísmica”.
“Unos segundos después, todo comenzó a moverse. Las lámparas de mi departamento se movían de un lado al otro, el suelo bajo mis pies parecía no poder soportarme por mucho tiempo”
Aldo Ruiz, un albañil que trabaja sobre un andamio, declaró que “fue fuerte, pero no tanto como el de septiembre“.
Casi media hora y la gente seguía en la calle: “Mejor esperen un poco para volver a entrar, ya ven que luego se caen después del terremoto“, decía un hombre a la gente que estaba fuera de sus casas.
Caos por todos lados
Todo se confundió y nadie supo con exactitud qué hacer ni para dónde ir. Una de las escenas que más sorprendió al equipo reproteril de BBC Mundo fue que tras el sismo, un grupo de mariachis tocaba en la terraza del restaurante La Morena.
“Si vamos a morir, que sea cantando”, le dijo uno de los músicos a los reporteros. La música había cesado justo en el terremoto. Los comensales habían salido a la calle.
SISMO Magnitud 4.3 Loc 3 km al NOROESTE de PINOTEPA NACIONAL, OAX 17/02/18 06:27:51 Lat 16.36 Lon -98.07 Pf 19 km pic.twitter.com/DpJqen64Fc
— Sismologico Nacional (@SismologicoMX) February 17, 2018
El Instituto Sismológico Nacional siguió registrando réplicas, más de 150, pero casi todas imperceptibles en la capital. Hasta hace media hora, seguían registrándose.
El jefe de gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera, dijo:
“Los helicópteros que sobrevolaron Ciudad de México no han encontrado mayores problemas, sólo algunos cortes de electricidad temporales y una barda caída”
Redacción Cubanos por el Mundo.
