La realización de eventos internacionales, como el de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), supuestamente destinados a “unir voluntades” y para la defensa de la autonomía universitaria, resultan a lo menos, hipócrita. La participación de alrededor de 70 delegados de 23 países genera una serie de interrogantes sobre las verdaderas razones que motivan dicha asistencia a una convocatoria sumamente falaz.
“Resulta poco menos que incomprensible que esos delegados se dediquen a elaborar teorías acerca de cómo lograr la plena inclusión universitaria, en un país donde se practica la exclusión ideológica, pues no se ha renunciado a que la universidad sea solo para los revolucionarios”, sentencia Orlando Freire Santana, en su análisis publicado en Diario de Cuba.
Más asombroso es ver que el diario oficial Granma no sólo mencione la supuesta autonomía universitaria, allanada y extinguida durante los primeros del castrismo, sino que también emplea los términos “pluralidad” y “democracia”. Ahora bien, el cinismo del régimen es conocido, de niveles infinitos, sin embargo, cuesta creer que quienes visitan la Isla para participar en estos eventos, se crean el cuento de la nota oficial.
“¿O es que, realmente, esos delegados vienen a hacer turismo en la Isla con el pretexto de participar en un congreso de educación superior?”, se pregunta Freire.
La universidad en Cuba
Por si las dudas, Freire le explica a los académicos de visita, que toda la actividad universitaria está regida por el Ministerio de Educación Superior, ente que quita y pone a los rectores de las universidades, establece los planes de estudio de acuerdo con los intereses de los gobernantes, y que negó una petición estudiantil de asistir a los exámenes sin necesidad de acumular un determinado porcentaje de asistencia a clases.
“Esos jóvenes debían saber también que los estudiantes universitarios cubanos no eligen realmente al presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). El nuevo presidente que ha sido recomendado “desde arriba” se presenta en un congreso y punto. Por otra parte, todos los estudiantes tienen la obligación de pertenecer a las Milicias de Tropas Territoriales (MTT), como parte de la concepción castrista de “la guerra de todo el pueblo””, asegura Freire.
Según expone, un verdadero ejemplo de autonomía universitaria, puede citarse de la propia Cuba a principios de 1957. El entonces presidente de la FEU, José Antonio Echevarría, luego de la toma de Radio Reloj y haber leído una proclama antigubernamental, tenía la intención de refugiarse en la Colina Universitaria, donde ni una policía como la de Fulgencio Batista estaba autorizada a penetrar. Eso sí lo era.
Por ahora, los nombres bonitos de los Congresos y encuentros académicos seguirán sirviendo de pretexto para decenas de delegados cada año, que llegan para asombrarse con el atraso de las políticas nacionales al tiempo que se pasean por las playas y se dan un chapuzón.
Redacción Cubanos Por El Mundo
