¿Más armas en los salones de clase o menos armas en casas y calles? ¿Cuál de las dos será la solución para evitar los tiroteos, matanzas y masacres en las escuelas y otros espacios de Estados Unidos? Un trabajo de BBC Mundo, analiza la situación.
Quizá armar a los profesores devolvería la sensación de seguridad a los pasillos escolares y siendo extremadamente optimistas, disminuiría el número de muertos, como los 17 que quedaron en Parkland, Florida el pasado 14 de febrero; pero ¿qué hay de los tiroteos en otros lugares?
Políticos estadounidenses e incluso, hasta el mismo presidente Donald Trump, han asegurado que las escuelas son áreas libres de armas, pero eso no garantiza que no sean atacadas, por lo tanto, sostienen que, aunque el país como la mayor venta de armas a civiles, cambie su legislación para establecer mayor controles o que se convierta en una zona libre de armas, no garantiza la erradicación de estos letales inconvenientes.
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Portación oculta
“Si el entrenador (Aaron Feis, quien perdió la vida tratando de salvar a varios estudiantes durante el tiroteo de Parkland) hubiera tenido una pistola en su casillero (…) le habría disparado (al atacante) y ese habría sido el fin del asunto”, aseguró Trump durante un encuentro con víctimas de varios tiroteos escolares.
El Presidente detalló que a “eso se llama portación oculta: un maestro llevaría una pistola oculta consigo, irían a recibir un entrenamiento especial y estarían allí”.
Durante ese encuentro con estudiantes Trump criticó el concepto de las escuelas como lugares libres de armas y explicó que no propone dar armas a todos los maestros, sino nada más considerar la posibilidad de armar “a los más adeptos, con entrenamiento especial o experiencia militar”.
Propuesta vieja
La consideración del Presidente es de vieja data. Ya en 2013, un año después de la masacre de Sandy Hook, siete estados aprobaron leyes permitiendo la portación de armas por parte de maestros.
En noviembre pasado, el Senado de Michigan aprobó una ley que permite la portación de armas ocultas por parte de profesores de primaria y secundaria, mientras que Florida, Indiana, Pensilvania, Mississippi, Carolina del Sur y Virginia Occidental ya están debatiendo leyes similares.
Y a principios de febrero de enero un legislador de Kentucky reaccionó a la muerte de dos estudiantes en una escuela local con una propuesta de ley que permitiría la presencia de alguaciles armados en las escuelas del estado.
Oposición
Tom Kurowski, presidente de la federación de profesores de Newtown, Connecticut, lugar donde se produjo la matanza más letal en una escuela de EE.UU, la de Sandy Hook; pertenece al grupo de quienes creen que armar a los profesores no es una buena idea.
“No nos hicimos profesores para llevar armas. Y creo que si nuestro gobierno tiene que armar a los maestros para proteger a nuestros estudiantes, es que hemos llegado a un punto muy bajo. No creo que esa sea una dirección que alguien que se dedique a la enseñanza esté dispuesto a apoyar”, opinó Kurowski.
Radicalismo
Wayne LaPierre, vicepresidente ejecutivo de la NRA, aseguró que “la única forma de detener a un tipo malo con una pistola es un tipo bueno con una pistola”, mostrando así su negativa a mayor control de armas.
Adam Skaggs, del Centro Legal Giffords para la Prevención de la Violencia Armada, destacó que “en los últimos dos o tres años ha existido una explosión de propuestas legislativas para obligar a que las escuelas armen a los maestros o les permitan portar armas”.
“Y no solo impulsan la idea de que la gente necesita armas en las escuelas para hacerlas seguras, sino la idea de que la gente necesita armas en todas partes: en las calles, parques, incluso en los edificios gubernamentales”, agrega.
Skaggs señaló que si se quiere evitar tiroteos en las escuelas, primero se debe estar hablando acerca de cómo evitar que los niños puedan hacerse con armas. “Ese es el tipo de leyes que deberíamos estar discutiendo”, insiste.
Tiroteos
Los tiroteos en las escuelas de EE.UU. irrumpieron en el imaginario colectivo del país en abril de 1999, cuando Eric Harris y Dylan Kleblod mataron a 12 alumnos y un profesor de la escuela secundaria de Columbine, en Littleton, Colorado.
Cerca de un cuarto de los 160 tiroteos masivos registrados en EE.UU. entre 2000 y 2013 se produjeron en instalaciones educativas.
Según una encuesta de 2013 de la Asociación Nacional de Educación, sin embargo, sólo el 22% de los profesores dijo apoyar la idea de armar a los docentes, mientras que un 68% se opuso a la medida.
En otra encuesta, realizada el mismo año, 72% de los maestros dijeron que no portarían armas aunque la ley lo permitiera.
Redacción Cubanos por el Mundo