Los cuentapropistas se mantienen en tensa calma. Los anuncios oficiales advirtiendo sobre nuevas medidas para el sector “privado”, los deja en un limbo que poco ayuda a tranquilizar sus temores. Los trabajadores sólo quieren trabajar sin trabas y limitaciones innecesarias, por eso en diciembre se reunieron con representantes del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, exponiendo sus preocupaciones.
“Las medidas no deberían bajo ningún concepto provocar el cierre de negocios privados, la pérdida de empleos y la reducción en la recaudación de los impuestos. Este error ya asoma la cabeza en el horizonte y será un excelente mecanismo para fabricar descontentos y nuevas ilegalidades”, explica el cuentapropista Oniel Díaz en On Cuba Magazine, donde hace una serie de recomendaciones al Régimen sobre las medidas.
La primera sugerencia referida a impedir el cierre de empresas, responde a la posibilidad de que sean revocadas la pluralidad de licencias para sólo permitir una a cada trabajador, lo que en teoría obligaría al cierre de muchos negocios. Sin embargo, advierte que en la práctica, este problema se resolverá con un “presta nombre” o “testaferro” y todos estarán felices, menos el Estado que quedará burlado.
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“La creatividad de los cubanos jamás podrá ser encerrada entre las paredes de una resolución ministerial”, sentencia Díaz, conocedor de la forma de ser y pensar de la sociedad cubana.
Menos burocracia
Díaz defiende la idea de que los trámites eternos y complicados, lejos de generar orden, traen más corrupción, al empoderar a funcionarios sin escrúpulos que se lucran con el absurdo.
“No pongan en vigor procedimientos que se dilaten innecesariamente en el tiempo y con requerimientos alejados de la realidad. No pierdan la oportunidad de eliminar las causas de las ilegalidades, que en no pocos casos están generadas por las reglas del juego y el propio sistema” recomienda el trabajador.
Más justicia
Si bien lo normal es que se castigue a quienes delinquen, también lo es respetar los derechos y garantizar mecanismos de protección a quienes cumplen las normas. Por eso Díaz pide que el esmero no vaya solamente en el aumento de multas y sus tipos, sino también en las condiciones de trabajo de los trabajadores.
“A quienes delinquen, castíguenlos. Si se van aumentar los montos de las multas y la tipología de las infracciones, con ese mismo rigor establezcan con claridad nuestros derechos y mecanismos de protección. El actual Código de Trabajo no ha sido suficiente para garantizar a trabajadores contratados una jornada laboral de ocho horas, el derecho a un mes de vacaciones y la licencia de maternidad pagadas”.
Por último, el trabajador exhorta a no justificar las medidas en los delitos que, de una u otra forma, siempre estarán presentes en la dinámica económica, sino enfocarlas en lo que se persigue a través de ellas, que debería ser el desarrollo nacional.
“No justifiquen las nuevas políticas con los que lavan dinero o violan el fisco. Justifíquenlas con el bienestar nacional y el desarrollo del país” sugirió.
Redacción Cubanos Por El Mundo