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Hacer turismo nacional, un verdadero desafío para los cubanos

El dinero es una condición que se sobrepone al nacionalismo

Turista nacional Carlos Javier Hernández Piedra/Foto de Facebook
Turista nacional Carlos Javier Hernández Piedra/Foto de Facebook

El salario promedio de los cubanos no está ni cerca de permitirles hacer turismo nacional. Un desafío que pocos emprenden, fue el que asumió el cuentapropista Carlos Javier Hernández Piedra, quien cada tres o cuatro meses de trabajo, se lanza para recorrer diferentes destinos en la Isla, a pesar de las dificultades para hospedarse y conseguir transporte.

Nacido en la provincia de Cienfuegos hace 28 años, se propuso recorrer todo el país en dos años. Ya ha visitado La Habana, Santa Clara y Santiago de Cuba. Según información de Havana Times.

“Conocía La Habana y Santa Clara, porque en esos lugares tengo familia. Hace cinco años, durante un viaje a Santiago de Cuba con un amigo, me entró el deseo de viajar por la Isla. Mi intención es recorrerla completa en dos años, y comencé en 2017”.

La aventura

El turismo nacional puede escoger entre las empresas de Campismo Popular (CP) o de Alojamiento y Gastronomía (EAG). La red de oficinas de CP permite acceder a sus instalaciones desde cualquier lugar del país, pero generalmente los campismos quedan alejados de las ciudades importantes y no son de su interés.

Mientras que, la EAG tiene tienen sedes en casi todos los municipios, pero debe reservarse por teléfono. Antes de la fecha es preciso llamar una y otra vez para confirmar que aún haya vacantes.

“Siempre dependo de las “prioridades” que se le conceden a instituciones estatales, y otros. La población es la última y a veces, incluso, después de tener fecha, me han cancelado el alojamiento porque hubo algún imprevisto. Hasta el último momento no sé si tengo sitio donde dormir y eso complica mucho mis recorridos” dice Hernández.

El costo de las habitaciones varía de 25 pesos en moneda nacional (CUP) a más de 100. Mientras que en las instalaciones turísticas de las cadenas hoteleras los precios superan, como norma, los 1000 CUP por noche.

“Es un problema monetario, sí, pero tampoco puedo negar que sin mucho dinero también he conocido lugares impresionantes. Hay que explorar lo no convencional. Cuba es un país bello. No podría decir cuánto gasto, porque en cada lugar es distinto. Las cuentas suman el precio del pasaje y el alojamiento, fundamentalmente. La comida también es importante, pero no exijo mucho” agrega.

El lucro primero

Es raro ver a un turista nacional, la mayoría suelen ser familia de exiliados que le envían remesas desde el extranjero. Por lo general, para cualquier cuentapropista o asalariado que desee conocer su país, hospedarse en hoteles no es una opción real. Lamentablemente, el dinero es una condición más valorada por las autoridades que el nacionalismo, y es quien define el grado de libertad de quien está en la Isla.

“En Pinar del Río choqué con esa diferenciación, y fue decepcionante. Quería ir al Cabo de San Antonio, a ese último pedacito al occidente de Cuba, pero ahí solo se entra con permiso o como parte de un paquete turístico con precios elevadísimos en CUC. Me quedé con las ganas. Ojalá no pase igual cuando quiera llegar a la Punta de Maisí” explica el mochilero cubano.

Ahora mismo Carlos Javier visita la Isla de la Juventud. Guantánamo, Las Tunas y Matanzas completarán, en 2018, su lista de recorrido por Cuba. Repetirá Granma, porque quiere estar un tiempo en Bayamo, y seguramente volverá a Santiago de Cuba, porque la tierra caliente le atrae inexplicablemente.

Redacción Cubanos Por El Mundo

Written by Karelis García

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