“Dos fuentes de ultrasonido demasiado cercanas pudieron generar interferencia y provocar los intensos sonidos descritos por las víctimas de los ataques acústicos “.
Esa es la explicación que le atribuye un equipo de informáticos de la Universidad de Michigan al misterio de los extraños sonidos escuchados por diplomáticos estadounidenses y canadienses en La Habana, según reseña El Nuevo Herald.
El profesor Kevin Fu y sus colaboradores del Equipo Investigativo de Privacidad y Seguridad de la Universidad de Michigan creen haber conseguido una explicación lógica para el hecho que afectó médicamente a varias decenas de personas.
Según señalaron en un artículo científico reseñado por el Daily Beast, la interferencia generadora del ruido pudo haber sido, por ejemplo dos dispositivos de escucha, por lo cual puede que el hecho no haya sido provocado intencionalmente para dañar a los diplomáticos.
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James Cason, embajador de Estados Unidos en Paraguay, señaló que la versión de los investigadores que han seguido de cerca el caso, “es una variación de lo que siempre ha pensado”.
“Explica la parte sónica y que nadie fue visto plantando nuevos dispositivos dentro de las casas. Hacerlo desde el exterior requeriría algo enorme”, detalló Cason.
Investigación
Fu y su equipo analizaron las grabaciones que obtuvo The Associated Press de los sonidos y mediante “ingeniería inversa” lograron replicar señales de ultrasonido que combinadas, producían un sonido muy similar al de la grabación original.
“Cuando una segunda fuente ultrasónica inaudible interfirió con la fuente ultrasónica inaudible primaria, la distorsión creada por la intermodulación creó subproductos audibles que comparten características espectrales con el audio de las noticias de AP”, indica el reporte.
Al inicio, Fu y su equipo no encontraron nada notable en la grabación.
“Nos preguntamos por un momento si alguien podría estar bromeando con nosotros”, escribieron.
Pero luego realizaron un procedimiento conocido como “demodulación de una señal de amplitud modulada” y la señal resultante “suena como un motor F1”.
Esto explicaría el hecho de que los 21 afectados coincidan al decir que el ruido provenía de una ubicación específica.
“El ultrasonido es más direccional que el sonido audible y el infrasonido. El ultrasonido se puede enfocar en un área determinada”, indica el reporte de la Universidad de Michigan.
Hasta ahora Estados Unidos no ha encontrado qué ha causado los incidentes que ha catalogado como “ataques a la salud” de sus diplomáticos.
Régimen insiste en que ‘no hay indicios de ataques acústicos’
Cuba por su parte ha negado vehementemente que haya agredido al personal estadounidense y ha dicho que los ataques son “ciencia ficción”.
Si la hipótesis de Fu es correcta, entonces la responsabilidad de los “ataques acústicos” recae en el mal funcionamiento de la tecnología de espionaje cubana y por ello no es directamente una agresión intencionada.
Ante lo que Cason sentenció: “los dispositivos que pusieron los cubanos pudieron haber causado problemas que nadie sabía que podían suceder”, y es probable que los cubanos nunca lo admitan, porque “tendrían que reconocer que tienen escuchas por todas partes y eso nunca lo van a decir”.
Redacción Cubanos por el Mundo