La estatua del marqués de Comillas, Antonio López y López, ya no está en el Ayuntamiento de Barcelona, España. Hoy la retiraron. Este personaje fue un empresario naviero que comerció esclavos en Cuba.
La estatua la retiraron con una grúa de su pedestal del monumento, informa el diario El País. Este se ubica en una plaza que lleva el nombre de Antonio López.
Para algunos residentes españoles, la figura de este hombre el enriquecimiento gracias al sufrimiento humano.
“Entidades y movimientos ciudadanos reclamaron durante décadas la supresión del monumento a un empresario del siglo XIX que se enriqueció gracias al tráfico de personas, procedentes de África, en Cuba”
De manera que retirar la estatua es una reivindicación de entidades vecinales. También, reseña la agencia de noticias, es una manera de reconocer a muchos colectivos que en esta ciudad luchan contra el racismo y la xenofobia.
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Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde de Barcelona, declaró:
“Una ciudad moderna y europea que quiere ser reconocida como ciudad refugio no puede homenajear a una persona de las características de Antonio López”
De acuerdo con la televisora Telecinco, la estatua retirada este domingo será trasladada al Museo de Historia de Barcelona (MUHBA). El ayuntamiento iniciará un proceso participativo para que sean los vecinos quienes decidan el próximo nombre de la plaza.
Antonio López y López viajó en 1831 a Cuba con 14 años y se estableció en Santiago de Cuba. En 1848 regresó a España a casarse para nuevamente regresar a la Isla, donde el español tuvo a tres de sus cuatro hijos.
En la Isla se dedicó a los negocios, compró plantaciones de caña y de café. Adquirió además el que fuera el primer vapor de hélice de la marina mercante española, el vapor General Armero y mantuvo una gran actividad intermediaria en la venta de esclavos, según la agencia.
Redacción Cubanos por el Mundo.
