Los llaman los «excluibles» porque se fueron de Cuba y vivieron por un tiempo determinado en Estados Unidos. Luego, los deportaron. Roberto Molina Ruiz es uno y Luis Herrera Paz, otro. Tras su arribo a la isla, sufren las mismas carencias de siempre.
En la categoría de «excluibles» destacan quienes ingresaron ilegalmente a USA y formaron parte de los estadounidenses “posterior al éxodo masivo del Mariel en 1980, y que cometieron delitos”.
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En un texto firmado por Leonardo Santos y Manuel Guerra y publicado en Martí Noticias, se narran las dos historias.
La deportación se dio hace quince años, aproximadamente, y desde su regreso a la isla nada ha cambiado. Confirmaron que “el futuro de quienes arribarán a la isla en durante los próximos meses, no ofrece garantías de una calidad de vida digna o de respeto a sus derechos civiles”.
I: Roberto Molina Ruiz
Roberto Molina Ruiz vivió veintiún años en USA. Hace 17 está en Cuba, aclara el texto citado.
“Los «excluibles», sin distinciones particulares, serán objeto de limitaciones, persecución policial, actas de advertencia y, en el peor de los casos, hasta encarcelamiento”
Ha cumplido condenas carcelarias en dos ocasiones: “por peligrosidad y por asedio al turismo”.
Tiene 65 años y es vecino del municipio Cerro.
En tierras del norte, trabajó como taxista. Lo condenaron y luego lo clasificaron como «excluible» “por atropellar a una menor de edad”.
Al regresar a su país, la situación se tornó dura. Debió trabajar para el régimen “obligatoriamente”. Debido a trabas burocráticas en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) cuando preguntó por su jubilación, la respuesta no fue positiva.
“Entonces decidí sacar provecho de mi inglés fluido, de mis conocimientos sobre Cuba y de mis amistades en Estados Unidos que me recomendaban como guía turístico a norteamericanos que venían de turistas a Cuba”
II: Pedro Luis Herrera Paz
Pedro Luis Herrera Paz tiene 57 años; reside en el municipio Centro Habana. Figuró “entre los presos que cumplían largas condenas de privación de libertad en el Combinado del Este“, de acuerdo con el trabajo periodístico.
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Lo obligaron a irse. “Fue mejor cualquier incertidumbre de futuro en Estados Unidos que una cárcel en el comunismo“, contó el hombre.
Herrera Paz tiene una condición médica especial: es esquizofrénico. Gana poco, apenas 165 pesos mensuales, no le alcanza para sustentar a su familia.
“Las deportaciones de aquellos considerados «excluibles» es resultado del acuerdo migratorio bilateral que firmaron el expresidente Barack Obama y el general Raúl Castro en enero de 2017”
Cifras publicadas por el Nuevo Herald advierten que hasta el pasado 9 de diciembre la cifra de ciudadanos cubanos que aguardan con ser deportados desde Estados Unidos a Cuba asciende a 37.218, conluye el texto citado.
Redacción Cubanos por el Mundo.
