Un trabajador del campo en Holguín estuvo al borde de la muerte gracias a un disparo y la brutal golpiza que recibió “por confusión” de la Policía castrista el pasado 27 de enero. Pese a la gran pérdida de sangre que sufrió, pudo recuperarse pero la herida de bala se contaminó y le fue amputada la pierna. Ahora, para colmo de males, es acusado de “atentado a la autoridad”.
“Mi hermano fue baleado y luego golpeado en el suelo con mucha saña por uno de los policías, que solo se detuvo porque su compañero reconoció a Ignacio y le dijo que no era un prófugo, que parara”, denunció su hermana, Mirta Isabel Calderín a Diario de Cuba.
La víctima del abuso policial es Ignacio Calderín Campos, habitante en San German, quien se encontraba en medio del monte buscando “comején”, utilizado como suplemento proteico para los animales que cuida, cuando fue embestido por un par de agentes que le dispararon y lo golpearon sin descanso asumiendo que era un prófugo que se buscaba en la zona.
“Quien le disparó fue el propio jefe de la policía de San Germán y el que lo golpeó fue el segundo jefe. Luego de la confusión, ni siquiera utilizaron el carro en que andaban para llevarlo al hospital, sino que lo montaron en un carretón sucio que demoró muchísimo en llegar mientras perdía sangre” señaló la hermana.
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Tras un tiempo hospitalizado los médicos se esforzaron por salvar su pierna infectada con una bacteria que amenazó su propia vida y debieron amputarla. Las pésimas condiciones de su traslado manifestadas por la familia, pudo ser la causa de su infección que lo dejó marcado para toda la vida.
Detalles del ataque
El campesino, quien se dedica a criar pollos y otros animales para la venta, llevaba dos sacos llenos de comején al momento del ataque, lo que sus hijos aseguran es una prueba de lo que hacía en las malezas de Romerillo, que según la Policía, es el escondite de varios prófugos de la Justicia. El lugar es además frecuentemente utilizado por delincuentes para el sacrificio de ganado robado.
“Ahora la Policía no reconoce que se equivocó y quiere enredar a mi papá. Primero quisieron incriminarlo, acusándolo de ser el dueño de los sacos de carne encontrados a casi un kilómetro de donde fue baleado. Pero como no pueden probarlo y hay testigos de que él llevaba dos sacos llenos de comején, ahora lo acusan de ‘atentado a la autoridad'”, declararon Ignacio y Jorge Calderín Pérez, hijos del amputado.
En las versiones dadas por los policías aseguran que el campesino les tiró piedras y por eso le dispararon, además de indicar que en ningún momento lo golpearon y que el daño fue “autoinfingido”. Ahora tanto la familia como la comunidad dan fe del carácter trabajador y honrado del acusado.
“Niegan haberlo golpeado, dicen que los golpes son autoinfligidos. Es increíble, después que lo dejaron magullado por donde quiera, ahora dicen que se lo hizo él mismo. Nunca creí que la Policía fuera capaz de hacer estas cosas”, dijo uno de los hijos.
Redacción Cubanos Por El Mundo
