Luego de tratar de organizar a los artistas que desarrollan los géneros Rap y Rock cubanos ahora el régimen va tras los tatuadores en una forma que aparenta ser inofensiva, según reseña Habana Time.
Y es que así como ocurrió con los géneros musicales cuando se crearon las agencias que dicen representarlas, los tatuadores temen que la creación de una asociación que los ampare, lejos de contribuir a organizar y fortalecer su oficio, iniciará una crisis similar de la que el Rap y el Rock no se han podido recuperar.
Peregrino Pérez, columnista, informó que el fin de semana pasado el régimen envió a sus representantes para intentar constituir una ONG para artistas de arte corporal, entre ello lo que hacen tatuajes y piercings.
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Denunció que el documento propuesta para levantar la organización fue redactado por un militar retirado de las Fuerzas Armadas, abogado de profesión, a su juicio, una figura totalmente anacrónica del look poco tradicional, con tatuajes y pelos largos que abunda entre ellos; lo que alerta sobre la naturaleza poco autentica de la iniciativa.
Convención
Señaló que la excusa con la que abordan a este grupo de artista es una Convención de Tatuajes dentro del evento de artes visuales que promueve en Matanzas la Asociación Hermanos Saíz, de la cual casi nadie en ese medio sabe.
“En la reunión pensé que lo primero en proponerse sería redimir el desamparo legal de nuestra actividad, que no aparece entre las opciones de trabajo por cuenta propia y ninguna otra forma de comercialización, pero no”, manifestó Pérez.
Así mismo denunció que el régimen ha arremetido contra quienes practican arte corporal por no tener opciones para desarrollar su oficio libremente.
“Han habido víctimas de detenciones y decomiso de sus equipos de trabajo”, pero ese tema no fue tratado.
Pérez comentó que la reunión se basó en abordaba el peligro de las enfermedades de trasmisión sexual a través de agujas y la necesidad del Ministerio de Salud Pública de regular los talleres de tatuaje mediante licencias sanitarias.
Propuesta
Quienes dirigieron la reunión invitaron a los presentes a que levantaran propuestas para enriquecer el documento, pero como todo engaño del régimen, se mostraron pocos receptivos a las críticas.
El redactor del proyecto hizo bastante hincapié en lograr que se integren la mayor cantidad posible de miembros incluso con la realización de reuniones similares en La Habana y Santiago de Cuba.
“Esto no viene de las bases, sino de la dirección política, que se percata de cómo cada vez más las personas alrededor del tatuaje se van convirtiendo en grupos de interacción social sobre el cual no poseen ningún tipo de control”, sentenció Pérez.
Redacción Cubanos por el Mundo
