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Salarios de misiones médicas se reducen y las hacen menos atractivas

Hace 10 años un médico podía reunir en dos años para comprar una casa, ahora no

Cuba endurece reglas y recorta beneficios a médicos en Brasil
Médicos cubanos en Brasil/Foto de archivo

Hace 10 años sacrificarse dos o tres años trabajando en una misión médica internacional permitía a los médicos cubanos, por ejemplo, comprar una casa en la Isla. Esta realidad cambió, y ahora, para adquirir una vivienda un galeno necesitaría pasar muchos cuantos años fuera, alejado de su familia y con una muy modesta vida en el extranjero. Según publicación de Diario de Cuba.

“Después de dos años de misión tenía una cuenta en el banco con 10.000CUC. Un dinero que solo pude utilizar al llegar a Cuba. Hubo médicos que consiguieron su casa de esa manera. Como la nuestra está bien ubicada y en buenas condiciones, decidimos invertir en una cafetería, que no nos hace ricos, pero resuelve”, dijo la doctora Johana, quien se separó de sus hijos de tres y cinco años para reunir el capital que les dio un techo propio.

El mismo sacrificio, o mayor, en la actualidad es compensado por un ingreso cercano a los 5.000 CUC. Los salarios varían dependiendo la especialidad, el país destino y la formación de cada profesional, sin embargo lo que sí es claro es que los salarios en vez de subir, han bajado. Un sacrificio que en esas condiciones para muchos, ya no vale la pena.

“En las misiones se ha visto de todo. Esposos y esposas que engañaban desde Cuba y médicos que se involucraban allá, estando casados aquí. Doctoras que no vieron crecer a sus hijos porque renovaron contrato y pasaron hasta ocho años viajando”, asegura Belkis, asistente estomatológica del reparto Bahía.

Alto costo de la vida

En la Cuba actual para los médicos misioneros ya no es posible conseguir una vivienda con sus ahorros. Un apartamento pequeño en La Víbora cuesta unos 15.000 CUC y uno en Alamar, uno de los barrios más baratos, no baja de los 10.000.

Saber que ni siquiera con trabajo duro y distanciados de sus familias por años, podrán mejorar sus condiciones de vida, hace que muchos doctores se sientan más atraídos por el cuentapropismo o por la deserción. Mucho más sí les tocó una misión en Venezuela, aquejada por la violencia y agudos problemas sociales.

Otro galeno, Alberto, técnico en Fisioterapia en el policlínico 13 de Marzo, en Alamar, trabajó entre los años 2008 y 2010 en una misión. Casi al terminar el primero de sus dos años reglamentarios decidió fugarse.

“Fue difícil tomar la decisión pues, aunque era lo que quería y lo había pensado incluso desde el momento en que me decidí a estudiar Fisioterapia, el miedo te paraliza. Uno está constantemente vigilado, incluso por las personas que viajan contigo, tus supuestos amigos. No creo que mis condiciones económicas hubieran mejorado mucho al regresar a Cuba”, razonó.

Por eso que, con el transcurrir de los años, irse a trabajar en misiones bajo las condiciones que imponen las autoridades cubanas ha perdido su valor y los beneficios que antes motivaban a sus participantes, quienes ahora ven más una oportunidad de escape que una solución a sus problemas económicos.

Redacción Cubanos Por El Mundo

Written by Karelis García

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