Cuños y más cuños, de todas las formas y tamaños, esa es la solución del régimen cubano para combatir la escasez de medicamentos en la Isla, además de aplicar un nuevo tipo de receta que, según autoridades, les permitirá un mayor control.
Sin embargo, para los expertos esto es sólo otro mecanismo de la burocracia castrista, que al igual que las antiguas medidas, intensificará la escasez y contrabando de fármacos.
“En el año 70, muchas veces teníamos que buscar nosotros mismos el papel para hacer las recetas porque no había”, dice el doctor cubano Fernando Cárdenas, quien recuerda que durante su trabajo en la Isla hasta el papel de las recetas escaseaba.
De acuerdo con Emilio Delgado, director de Medicamentos en Cuba, la variedad de cuños permitirá a los farmacéuticas verificar la procedencia de la receta y de esa manera suministrar sólo los medicamentos necesarios.
“Un cuño para cada elemento de la receta, donde se dice el policlínico, la provincia, el medicamento, la cantidad de miligramos y la presentación”.
Para el castrista, la nueva receta sería un mecanismo para minimizar la escasez, sin embargo, aseguró que esto no les permitirá combatirla al 100 por ciento.
“Pero aún no se logra una cobertura que permita decir que vamos a erradicar el tema de los medicamentos”.
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“Impotencia médica”
Por su parte, Cardenas afirma que esto es sólo otro proceso burocrático, característico de las “impotencias médicas” como Cuba.
“Al final del día lo resultante no va a hacer lo que el gobierno cubano espera”.
Según cifras ofrecidas por el propio régimen, durante 2017 se realizaron siete mil visitas a farmacias en Cuba, que sancionó a más de 700 empleados y que llevó a juicio a un centenar de ellos.
Redacción Cubanos por el Mundo
