Reducir costo de trámites, poder heredar bienes familiares, adquirir el derecho de importar enseres domésticos y personales, gozar de la libre entrada al país, e inclusive, luchar por el cambio, son algunas de las muchas razones que inciden en el aumento de repatriados en Cuba. La cifra se incrementó luego de la reforma migratoria emprendida en el año 2013 por Raúl Castro, cuando entró en vigencia la repatriación a la isla.
Juan Carlos Alonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI), aseguró a medios oficiales, que alrededor de 14.000 personas hicieron trámites de repatriación durante el año 2016. Según publicación de El Nuevo Herald.
“Son cubanos de todas las edades y de ambos sexos, aunque hay una preponderancia de personas mayores de 50 años”, dijo Fraga, destacando que la tendencia del 2016 se mantenía en el 2017.
Según cifras del gobierno cubano, durante el año 2017 tramitaron la repatriación 11,176 personas, la mayoría desde Estados Unidos.
Testimonios
La reforma migratoria del 2013 permite que los cubanos residan hasta 24 meses fuera del país sin perder sus derechos ni propiedades. Esto ha hecho que muchos opten por residir en la Isla, pero viviendo fuera.
“Todo es una cuestión de dinero. La gran mayoría no se repatría porque quiere vivir en Cuba, sino porque esta situación les permite tener ciertas ventajas económicas”, señala Manuel, que quiere seguir viviendo en Miami y comenzó a tramitar su repatriación en enero pasado.
Entre sus motivaciones está reducir los gastos en trámites migratorios, como el caso del pasaporte, que mientras a un cubano le cuesta 100 dólares, un residente en Estados Unidos paga 400.
Al convertirse en residentes cubanos nuevamente, los nacionales pueden transportar carga por vía marítima, que se denomina el menaje de casa e incluye electrodomésticos, muebles y enseres.
Otra motivación que expresó Manuel, es que al ser emigrante, en tu propio país, “el régimen puede negar la entrada al país, mientras que cuando se es residente la persona puede entrar las veces que quiera.
“De hecho vives en Cuba, aunque vivas en Miami”, añadió el joven que considera que la repatriación, aunque tiene sus beneficios, es de origen ilegal, por el absurdo que supone repatriar a un ciudadano por “haber perdido sus derechos viviendo fuera”. Un entuerto que sólo puede darse en un Sistema anárquico y mediocre, como el comunismo castrista.
Por el cambio
Mientras que como pocos, Iliana Hernández, activista de la organización opositora Somos+, se repatrió desde España en el 2016. Su razón: luchar por el cambio en la Isla.
“Lo hice porque hay que educar al cubano para que pierda el miedo y para mostrar con mi actitud que podemos luchar por nuestros derechos a través de la lucha no violenta”, dice Hernández, que se atrevió a dar su verdadero nombre y confesó que seguirá viajando a España para “respirar un poco y vivir en democracia”.
Entre las ventajas menos atractivas para los repatriados está recuperar su derecho al voto, las razones son evidentes, mucho más después de vivir en el exterior y haber participado procesos donde la democracia se demuestra y se audita.
Sólo resta repatriar al progreso, al respeto por los Derechos Humanos, la competitividad de las industrias, también exiliada y que fue bandera en la Cuba de otrora, entre otras muchas cualidades que se esfumaron entre lemas revolucionarios, represión y mentiras estatales acumuladas en medio siglo.
Redacción Cubanos Por El Mundo
