Cubano impedido para salir de Rusia por una demanda “injusta”

Sergio Carmenaty, es un cubano que llegó a Rusia en los años 80 con la esperanza de construir una nueva vida. Logró concretar parte de sus sueños, se casó, formó una familia con una ciudadana rusa y tuvo una hija.  

Sin embargo, 25 años después, este hombre es perseguido y atormentado por la justicia del país al que le dedicó más de la mitad de su vida, solo porque su esposa, según él comenta, presentó documentos presuntamente falsos ante la Corte exigiéndole el pago de un dinero.

Carmenaty contactó a la redacción de Cubanos por el Mundo para exponer su situación. El cubano entró en proceso de divorcio en febrero de 2015, fecha en la que el juez dictaminó que a ambos le tocaba la mitad de sus bienes.  

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Pero una jugada por parte de la esposa, tiene en vilo el futuro del hombre de 51 años, ya que presentó documentos presuntamente alterados que le adjudican la construcción de una casa que ambos hicieron, y que ahora Carmenaty debe pagar.  

“Ella falsificó documentos y los presentó en corte para hacer creer que había pagado sola la casa pero no es así, yo puse la mitad, yo fui el que me endeudé con el banco para construir la casa y ahora ella quiere que le pague lo que supuestamente gastó, pero es mentira”.  

La suma a pagar es de un millón de rublos, poco más de 17 mil dólares estadounidenses. El monto es difícil de cancelar para este ingeniero químico oriundo de Santiago de Cuba, quien además le adeuda al banco 500 mil rublos ( más de ocho mil dólares) 

“Los jueces me quieren imponer el pago de todo. En este país si tienes dinero puedes hacer lo que sea con los jueces”, dice 

Aunado a eso, la justicia rusa le impide salir del territorio, por lo que se siente atrapado en la nación que en algún momento le dio tanto y que hoy le quiere quitar todo.  

“Tenía pensado viajar a Cuba el año pasado para mi cumpleaños y no pude, este año igual. Sólo quiero que esto termine pronto”.  

Tampoco puede vender sus bienes, ni el carro ni su apartamento. “Esto no es vida, y si no pago esa deuda me va a ir aumentando cada vez más”.

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Con un evidente tono de tristeza e impotencia, el cubano lo único que pide es que “se termine esta pesadilla” y poder en algún momento viajar a su tierra natal.  

Una amiga de Carmenaty , María Luisa, quien también contactó con la redacción de este diario, afirmó que el hombre ha inclusive considerado quitarse la vida ante el desespero que le genera su situación.  

“Él da clases de Español luego de salir de su trabajo, es una persona humilde y dice que su tiempo en Rusia terminó”. 

Redacción Cubanos por el Mundo