En 2018 se esperan tres eventos trascendentales en Cuba: la transición generacional en las estructuras del gobierno; las nuevas normas para el sector privado; y el comienzo de la reforma monetaria.
“Los tres han levantado muchas expectativas, aunque todos cuentan con una variante para decepcionar”, afirma el economista Pavel Vidal Alejandro.
El profesional de la economía ha sido elogiado por muchos, incluyendo a Carmelo Mesa-Lago profesor emérito retirado de la Universidad de Pittsburgh, calificado como el decano de los analistas de la economía cubana.
Ahora su hace un balance de la gestión económica de Raúl Castro, con vistas a la designación de un sucesor el próximo 19 de abril, en su estudio: ¿Qué lugar ocupa la economía cubana en la región? Una medición a la tasa PPA de las brechas de ingreso y productividad, según reseña Martí Noticias.
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El estudio que fue publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo, resuelve con un método, el enredado sistema monetario y cambiario de Cuba, así como los datos oficiales sobre Producto Interno Bruto (PIB), Producto Interno Bruto per cápita y productividad.
Mesa-Lago opinó que en sus más de 55 años como estudioso de la economía cubana, “no ha visto ningún estudio que sea más importante que este puesto que los economistas había llegado a las mismas conclusiones que Vidal Alejandro, pero la diferencia es que él lo prueba”.
Diagnóstico
En la introducción del trabajo asevera algunas áreas positivas:
- Hay una menor dependencia del Estado y un mayor empuje de la iniciativa privada, en áreas como ingresos familiares, servicios turísticos, producción de alimentos, gastronomía y transporte.
- Hay indicios de la expansión del mercado inmobiliario “en la formalidad y en la informalidad” y también aumento de las transacciones de bienes y servicios de consumo y el suministro de insumos al sector privado
- Avances en la renegociación de las deudas externas de Cuba
De la misma forma destaca algunasverdades negativas:
- Muchos cambios anunciados han sido vencidos por las resistencias, han quedado a medias, o se han pretendido poner en práctica replicando vicios del pasado
- Un sistema empresarial estatal burocrático, ineficiente, con salarios deprimidos y maniatado por un plan central
- Las ventajas en educación siguen sin explotarse al máximo puesto que siguen las trabas para que los profesionales de la isla incursionen en el sector privado
- Un “decepcionante” crecimiento del PIB (un promedio anual de 2,4% de 2008 a 2017) y de la productividad
- Escasos frutos de la reforma en la agricultura, y la nueva inmersión de la economía en una crisis financiera.
- Las reformas no crearon empleos de calidad y eliminaron medio millón de puestos de trabajo formales
En lo internacional:
- El embargo estadounidense, la retórica y medidas restrictivas de la administración Trump
- La dependencia de una economía venezolana que no parece tocar fondo
- Los impactos del huracán Irma
- La insistencia de negar con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) que 2017 cerró en recesión o estancamiento. Cuba reportó que su economía había crecido 1,6% en el año, frente al estimado de CEPAL, de un 0,5 por ciento de crecimiento
- El plan de crecimiento económico que el régimen se ha planteado para 2018, con el que aspira superar el 2 por ciento de aumento del PIB, es sobredimensionado y no evalúa la complejidad del escenario macrofinanciero.
Todo eso lo expresó el economista Pavel Vidal Alejandro en la introducción de su estudio. Se espera que informe además sobre las conclusiones, que darán luces sobre las que deben ser las actuaciones del próximo jefe de estado de Cuba.
Redacción Cubanos por el Mundo
