¿Qué tendrá que ver una ideología económica o social con la diversidad sexual? Esa premisa la debería explicar Francisco Rodríguez Cruz, periodista oficialista conocido como Paquito el de Cuba, quien asegura que el socialismo está más preparado para aceptar la diversidad sexual que el capitalismo.
Lo que debería ser una discusión entre las diferentes partes de las sociedades, es llevada al ring político para, como es la costumbre del régimen castrista, contaminarlo con un sobrevaluado socialismo, según Diario de Cuba.
Ahora, si se analiza con detenimiento su aseveración, el socialismo, o mejor dicho, el comunismo de Cuba, no muestra por ningún lado la apertura de la sociedad a la tolerancia para con las personas sexo diversas y las denuncias de represión y exclusión por razones de índole sexual, lo demuestran.
Teoría
Rodríguez Cruz, habla de la teoría.
“El socialismo es emancipar a las personas, empoderarlas, es crear soluciones colectivas, es que se sientan plenas, y nada más cerca de ese sentimiento de plenitud que la sexualidad de las personas. Por tanto, el socialismo debería dotar de más posibilidades de sentirse plenos también en esa esfera”.
Bien lo aseguró: “debería”. Eso en Cuba es sólo el discurso. Así como también es discurso el respeto de los derechos humanos, la inclusión social y la libertad de expresión.
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El ejemplo más claro de ello es que, apartando la legislación que permite las uniones libres entre personas sin importar el sexo, de las cuales no hay en Cuba; la discriminación y persecución por la orientación sexual están latentes, como por la exigencia de cualquier otro derecho humano o civil.
Represión
Rodríguez Cruz, como todos los que defienden el socialismo, excusó las décadas de represión del régimen contra el colectivo LGBTI.
Aseguró que: “los errores que se cometieron en la Revolución cubana no se puede decir que sean los errores del socialismo, sin importar cuál sea el tema”.
Y además se atrevió a condenar las prácticas políticas del régimen sin responsabilizarlo.
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“Yo creo que no es socialismo el burocratismo, que no es socialismo el voluntarismo, que no es socialismo los errores económicos que hemos cometido, pero se cometen tratando de construir el socialismo”.
Aceptó que por diferentes razones, “las primeras décadas de la Revolución fueron homofóbicas”, porque según afirmó, “esa cultura que se entronizó es complicado, porque va más allá incluso de la voluntad de las personas y lleva tiempo”.
El hecho de poder gritar “No” en la calle, dentro de la consigna ‘No a la homofobia. Socialismo sí, homofobia no’, fue definido por el periodista oficialista como “uno de los principales aportes, una de las principales rupturas que ha permitido el activismo en los temas LGTBI”.
Contexto
Mariela Castro, hija del general Raúl Castro, está al frente del estatal CENESEX desde donde ha intentado lavar la imagen del régimen en la represión durante décadas de la comunidad LGBTI.
El CENESEX es criticado con frecuencia porque su defensa de los derechos de la comunidad LGBTI no alcanza a los grupos críticos y a opositores al régimen.
En una reciente entrevista, la hija de Raúl Castro se escudó en que “las leyes no logran modificar los prejuicios ni las conciencias” para justificar la ausencia de una legislación para el matrimonio entre parejas del mismo sexo en la Isla.
Redacción Cubanos por el Mundo
