El inmigrante cubano Alejandro Febles, de 26 años, graduado en Enfermería, cuenta su lucha para escapar de Cuba en busca de mejores días. El joven reunió más de 1.000 euros para comprar el pasaje a Rusia con escala en Ámsterdam, con la intención de solicitar asilo al pisar suelo holandés, pues creía que ahí existía mucha tolerancia a los homosexuales. Sin embargo, cuando llegó a ese país se estrelló con una realidad muy diferente.
“Actualmente hay muchos cubanos en Holanda, pero los están deportando y creándole condiciones de asfixia psicológica para que escapen a otro país y se vayan de Holanda”, asegura el joven en entrevista para CubaNet.
El enfermero cubano, tras una gran cantidad de sacrificios y de vender todo lo que tenía, emprendió su rumbo hacia los Países Bajos en busca de un paraíso homosexual, una idea preconcebida por las personas en su entorno sin ninguna validez real. Su experiencia así lo corrobora.
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“Holanda es un país homofóbico, católico, apostólico y romano. Odian a los gays, a pesar que profesan ser la meca de la tolerancia. Existen, incluso, grupos neonazis en contra de los homosexuales”, señaló Febles.
La Haya cómplice
Al igual que millones de cubanos en el mundo, los motivos de Febles para pedir asilo en otro país son múltiples. Actualmente está en un campo de refugiados de Dronten y desde allí mantiene sus esfuerzos para quedarse en el país. Fue hasta la oficina de La Haya, donde sus funcionarios intentaron minimizar el drama cubano y aseguraron que todo “mejorará”.
“La corte de la Haya trató mi caso y llegó a la conclusión de que no tengo razón suficiente para solicitar el asilo aquí. Dicen que Cuba no es una zona de riesgo, que las condiciones van a cambiar, que Mariela es la defensora, que el CENESEX funciona y que Cuba será, sin dudas, un lugar mejor”, apuntó.
A España
La sorpresiva y decepcionante respuesta del organismo lo hizo cambiar de opinión, ahora su huída es a España.
“Me fui de la Isla porque veía que el tiempo pasaba, y que mi vida, ni la de los demás mejoraba, al contrario. Tampoco tengo intenciones de envejecer dentro de una tiranía sin fin. Ahora, quiero establecerme en España, obtener documentación, dinero y sacar a mi madre de aquella pocilga de Isla”, expresó indignado el inmigrante y reiteró no se rendirá en su afán de vivir en libertad.
Bastiaan Engelhard, funcionario acreditado en Cuba por el Reino de los Países Bajos, informó el año pasado que 256 cubanos pidieron asilo en Holanda. Cifra que aumentó a más de 2500 solicitantes de asilo, mayormente de la comunidad LGTBI en Cuba.
Redacción Cubanos Por El Mundo
