Los cubanos que logran obtener una cita en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, también deben tramitar una visa para viajar a Colombia, sumándole más drama a la desgastante tarea que representaba tan sólo poder viajar al país del norte.
El desorden y la alta cantidad de personas interesadas en las gestiones, complican cada paso para tramitar una visa en el consulado de Colombia en La Habana, un esfuerzo que hacen sin garantía de lograr la visa a Norteamérica, dos trámites con un mismo fin, que han sumergido en la angustia y el desespero a miles de familias cubanas.
“Somos de Camagüey y llevamos cinco días durmiendo aquí y hasta ahora no nos dan una respuesta bien clara”, asegura Maikel Morel, uno de los gestores que hace fila en la sede consular de Colombia.
Así como a Maikel, a los ciudadanos que viajan desde el interior del país les toca la peor parte. “Durmiendo y comiendo donde puedan” se pasan los días y las noches en las adyacencias del consulado colombiano, algunos debajo de toldos, otros a la intemperie, gracias a sus bajas posibilidades económicas e imperiosa necesidad de adelantar sus trámites migratorios.
Además del desgaste físico, la incertidumbre de no tener claridad en los pasos siguientes que deben realizar o al desconocer el estatus del trámite, alimentan la ansiedad entre los isleños congregados en la oficina diplomática.
Sin garantías
Estrella lamenta ver cómo la necesidad lleva a dormir en el piso a decenas de cubanos. Ella tramita su visa a Colombia con la ayuda de sus hijas residentes en los Estados Unidos, con quien sueña reencontrarse pronto, aunque no sabe sí lo logrará pese a que el gasto de los trámites ronda los 5.000 dólares.
“¿Qué pasaría si no me aprueban la visa? Me iría a mi casa y me dolería mucho porque mis hijas están haciendo un gasto terrible”, confiesa la mujer, que se pregunta a diario cuál será el desenlace de tanto trajín.
Y hasta “pegarse un tiro” dice otro cubano que sería la salida para quienes les resulte negada la visa de inmigrante a los Estados Unidos, luego de la odisea librada para llegar a la cita en Colombia y cumplir los requisitos.
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“Irás a pegarte un tiro, ¿qué otra cosa más? Imagínate llegar a Colombia y que también te digan que no puedes llegar a los Estados Unidos, para volverse loco”, expresa otro cubano a las afueras del consulado neogranadino.
Y aunque la afirmación parece exagerada, podría significar más que un juego de palabras al leer noticias como la de Reinaldo Pérez López, un cubano de 47 años, inmigrante ilegal en Chile, que a principio de este mes decidió suicidarse en una iglesia, desesperado por la orden de deportación a la Isla que le impusieron las autoridades migratorias.
Atención consular
Una fuente de la Cancillería colombiana informó que la sede opera con la misma cantidad de empleados que tenía antes del traslado de los trámites de visa estadounidense a Bogotá. Actualmente, trabajan “según sus capacidades humanas y tecnológicas”, atendiendo a las personas en el orden de presentación.
Sin embargo, muchos cubanos que realizan sus trámites se quejan de que sólo se existen dos empleados y una impresora para las diversas actividades que se aglomeran en la oficina consular. Además señalan que el manejo de la fila que hacen los gestores, es desordenado.
Los afectados por esta realidad suplican por un milagro, el que las autoridades de Estados Unidos restablezcan sus labores migratorias en el país, tras el cierre vinculado a los presuntos ataques experimentados por sus diplomáticos en La Habana.
Redacción Cubanos Por El Mundo