La policía de Miami informó que recuperó todos los cuerpos que se encontraban debajo del puente que colapsó el pasado jueves y acabó con la vida de seis personas.
El último resultó ser Brandon Brownfield, un operario de grúas que era padre de tres niñas.
Su esposa, Chelsea Brownfield, expresó su dolor a través de las redes sociales, preguntándose como hará ahora para decirle a sus hijas que su papá no iba a volver.
“Ahora tengo que encontrar las palabras y las respuestas para decirle a mis niñas que papá no va a volver a casa”.
Según reporta The Miami Herald, la empresa para la que trabajaba Brownfield era una constructora pero no tenía nada que ver con el puente. Él, como muchas de las víctimas, se encontraban en el lugar equivocado al momento del derrumbe.
La esposa aseguró que vio su carro entre los aplastados por las placas de concreto.
“Donde hay un montón de amor, hay un montón de dolor”, añade en su publicación.
La mujer describe la relación de ambos como un rompecabezas, donde se complementaba en uno al otro.
“Es una cosa muy mágica encontrar a tu alma gemela en este mundo. Como piezas a un rompecabezas, nuestros bordes curvados con curvas encajan y nos apropiado como nadie más podría”.
Las víctimas
De las seis víctimas, cinco fueron sacadas debajo del puente, otro falleció en el hospital y fue identificado como Navarro Brown, un trabajador de la empresa VSL Structural Technologies que se encontraba trabajando en el puente al momento del derrumbe.
El primer cuerpo identificado por las autoridades fue el de Alexa Duran, una joven de 18 años estudiante de la Universidad Internacional de La Florida.
Tres cubanos también fueron victimas de este desafortunado evento.
Oswald González, de 57 años, y Alberto Arias, de 53, ambos se encontraban en el mismo vehículo y eran socios de una empresa de festejos. También Rolando Fraga Hernández, de 60 años.
Redacción Cubanos por el Mundo
