La activista cubana Rosa María Payá, líder del proyecto Cuba Decide, está convencida de que el régimen se adentra en “un periodo de cada vez mayor vulnerabilidad en su proceso de sucesión”, cuando Raúl Castro entregué la presidencia en abril próximo, que se presume será al actual vicepresidente, Miguel Díaz Canel. La hija del opositor fallecido Osvaldo Payá, cree que existe una oportunidad para avanzar hacia una democracia.
“Esto no aguanta más: vienen procesos de transformación. Tenemos la posibilidad de forzar que esa transformación sea hacia la democracia, y hay que movilizar a los cubanos sabiendo que el costo humano que eso significa. Todos en Cuba sabemos dónde está el problema: el problema es el sistema”, aseveró la disidente en entrevista publicada por Radio Santiago.
La defensora de la libertad cubana reiteró que la labor desarrollada por las campañas de Cuba Decide busca brindar opciones a la ciudadanía para que se active y exprese su descontento al régimen. Abrir espacios para que el pueblo pueda rechazar a la dictadura sin exponerse.
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“Tienen que haber gestos que los ciudadanos puedan hacer para presionar al régimen, para pedir apoyo internacional y enfocados a acciones concretas. Por ejemplo en los últimos tres meses, ¿cuál ha sido la campaña de los activistas? Ha sido “mañana, no vayas a votar, pero si vas a votar, si tienes miedo, si crees que puedes tener problemas en el trabajo, ve y anula, pon CubaDecide”, explicó.
Todos quieren cambio
Para Payá, el creciente acceso a la información, proceso inevitable en el mundo actual, ha incidido en el despertar paulatino de la población cubana y en alimentar la posibilidad de que exista un criterio propio en cada cubano. Pese a las limitaciones, cree que un verdadero cambio se avecina.
“Yo estoy dedicando todo mi tiempo a esta campaña porque creo que tiene una posibilidad de éxito, a pesar de lo cerrado que es el país y de los mitos que habitan en la comunidad internacional. La mayoría de los cubanos queremos un cambio de sistemas”.
A su juicio, en la calles de la Isla puede verse que la gente está mucho más dispuesta a hacer cosas y es mucho más osada ahora de lo que era hace 10 años atrás.
“Eso tiene que ver con el paulatino acceso a la información al día de hoy y con un régimen que está perdiendo legitimidad”, concluyó.
Redacción Cubanos Por El Mundo
