Antonio González- Rodiles, líder opositor cubano de 45 años, no tiene problema con tratar diversos temas. En un trabajo realizado por Diario Las Américas actualizó a los cubanos sobre su perspectiva en torno a la Isla.
Sin ningún complejo se refirió al traspaso de poder en Cuba, las diferencias entre organizaciones opositoras, el libre acceso a internet y hasta sus posibles aspiraciones a ser presidente de Cuba.
A lo primero que se refirió el líder del proyecto Estado de Sats, “un espacio plural para la participación y el debate”, fue al cambio de mando en Cuba a realizarse el próximo 19 de abril.
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Señaló que lo que está detrás de lo que ocurre en este tiempo en la Isla es que “Raúl Castro está dando los pasos para ordenar y limpiar su finca, que es Cuba y dejarla a sus herederos”.
“Su familia y los hijos de sus viejos amigos han sido colocados en puestos clave. La idea es mantener el control en manos de la élite castrista. No hay señales de cambio de rumbo”.
Oposición cubana
El impulsor de iniciativas como la Demanda Ciudadana por otra Cuba y la campaña #TodosMarchamos, aseguró que en un inicio la oposición estaba dividida entre los que creían que el régimen podría realizar cambios sin presiones a través de las gestiones del presidente Barack Obama y los que creen en la necesidad de presionar dentro y fuera, pues el sistema no es reformable.
Sin embargo aseguro que esa visión ha cambiado producto de al fracaso de las reformas y al acrecentamiento de la represión.
“Muchos activistas abandonaron el país y algunos grupos, en la práctica, han desaparecido. En la actualidad, noto que la población se está acercando más a la oposición: conversan y piden información. Además, han surgido actos de protesta, como cuando el huracán Irma en 2017”.
Aseguró que su posición llamada por algunos, radical, ha sido la acertada desde 2014.
“Me hubiera gustado equivocarme y que el Gobierno cubano hubiera estado dispuesto a transitar hacia la democracia. No fue así. Lo vemos en Venezuela: la dictadura de Nicolás Maduro está dispuesta a matar a cientos de jóvenes antes que abandonar el poder, y en Cuba harían lo mismo”.
Disputa
Destacó que ante ello “el camino está claro: hay que ejercer una presión total, sin concesiones, y derrocar al castrismo. Lo demás no tiene sentido”.
Sobre las diferencias con la líder opositora Rosa María Paya, quien adelanta el proyecto Cuba Decide, para un plebiscito sobre el tipo de gobierno que desean los cubanos, aseguró que la opción del voto no funciona.
“El acto de colocar una boleta en una urna supone, ante todo, que el ciudadano lo haga sin miedo, que haya acceso a los medios de comunicación para explicar la propuesta, además de aplicar una logística que en Cuba es inviable”.
Detalló además que a su juicio someter a consulta del ciudadano “un derecho inalienable resulta absurdo”.
“El régimen no va a abrir la puerta a su autodestrucción. No obstante, en el caso de que lo aceptara, lo cual creo improbable, me preocupa que use esa herramienta para legitimarse”.
Afirmó que aunque en algunos medios se ha dicho que el plebiscito cuenta con un apoyo mayoritario dentro la oposición, “eso no es exactamente así”.
Internet
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Manifestó que la propuesta del Gobierno de Donald Trump de facilitar internet libre debe tener la máxima prioridad.
“Acceder a Internet sin depender de la empresa estatal ETECSA sería una magnífica plataforma para que como oposición podamos llegar al pueblo y comunicarnos. Pero no solo beneficiaría a la oposición sino también a las iglesias”.
Reiteró que el conocimiento de los actores políticos depende de la existencia de un medio de comunicación que vincule al pueblo y a la oposición.
“La gente no rechaza a los opositores; al contrario, nos felicitan, apoyan y valoran nuestro trabajo. Pero nos falta esa herramienta, así que, de concretarse la propuesta de internet libre, la realidad interna de la isla daría un vuelco. Disponer de un canal que permita la comunicación entre el pueblo cubano y la oposición de dentro y fuera de la isla, resulta vital”.
Presidenciable
El opositor Antonio González- Rodiles, explicó sus aspiraciones políticas de la siguiente manera:
“En esta lucha nos jugamos la vida a diario, y en el momento en que te detengas a pensar en tu vida personal más allá del día a día, empiezas a cohibirte. Hay que estar decididos a ir hasta el final porque, de lo contrario, te frenan. Muchos preguntan cómo ha sido posible que nos dejen salir al exterior. La respuesta es que, cada vez que nos dirigimos al aeropuerto, o en cualquier lugar, pueden acabar con nosotros, pero el mensaje que les hacemos llegar es que lo sabemos y no por ello abandonaremos la lucha. Allá uno se desenvuelve en un equilibrio bastante precario y hay que aprender a vivir con eso. Si empiezas a tener aspiraciones o soñar con cargos, llega el momento en que desistes. No hay manera de conciliar ambas cosas”.
Redacción Cubanos por el Mundo