Jesus Oscar Naranjo Puentes, es un cubano que vive penurias y abandono por parte del Estado.
Para sobrevivir, este hombre debe hurgar en la basura, vender lo que encuentra y comer alimentos poco nutritivos.
“Vivo en pésimas condiciones, llevo 9 meses viviendo en la calle, en las aceras, al lado de cubos de basura”, dice a CubaNet.
Aparte de su condición de pobreza, el cubano debe lidiar con diversas enfermedades, que van desde problemas circulatorios, hepatitis y erupción en la piel.
“Estoy más muerto que vivo” dice el hombre
En los hospitales de la Isla, la tan venerada medicina gratuita es sólo un sueño, pues al buscar ayuda en los centros sólo recibe rechazos y malas atenciones.
“En el hospital fui a que me atendieran y tuve que dormir en el suelo”, aseguró. “Sólo me ponen algo para el dolor pero no me medican otra cosa, Quedaron en ingresarme y no fue así”.
Naranjo purgó una condena que le costó su casa, ya que al salir de prisión, su hermanó vendió el inmueble dejándolo en la calle.
OTRAS NOTICIAS: Cubanos disfrazan su pobreza ante los consulados para salir de la Isla
Logró construir un pequeño espacio con tablas y otros materiales, pero no es suficiente para que el hombre pueda habitar.
“Cuando se llega a pobreza extrema es mejor estar muerto que vivo”.
Cuando se le preguntó si el régimen le estaba prestando algún tipo de ayuda, este afirmó que pese a los trámites realizados para obtener una pensión por discapacidad y un local, todo quedó en palabras.
“Nunca me llegaron a dar la chequera, ni el pequeño local”.
Redacción Cubanos por el Mundo