Nunca los venezolanos se hubiesen imaginado que verían oportunidades de negocio en Cuba. Pues la crisis de hambre que ha impuesto el régimen de Nicolás Maduro los ha obligado a salir de sus fronteras y ahora se encuentran en Cuba, como ‘bachaqueros’, según reseña Cubanet.
Ante esa comercialización ilegal, la aduana cubana ha sentenciado a los venezolanos. Denuncian que les quitan la mercancía de exceso en el aeropuerto, le decomisan todo y en el peor de los casos hasta los expulsan de La Habana y le prohíben de nuevo la entrada.
Se trata de los llamados ‘bachaqueros’, haciendo referencia a una hormiga grande que puede cargar mucho más peso que una hormiga común. Este insecto hace el equivalente a las mulas cubanas y ante los efectos comerciales la misma ilegalidad.
Razones
Dicen que los “bachaqueros” venezolanos, venden en Cuba cualquier trapo de segunda mano a precios de boutique, pero ahora las autoridades cubanas comenzaron a aplicar las normas aduanales con mayor rigor y hasta devuelven a los comerciantes con las manos vacías a Venezuela.
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Los “bachaqueros” ingresan a Cuba en las aerolíneas Cubana de Aviación y AVIASA, cuyos servicios son pobres pero en contraparte ofrecen precios muy económicos.
Pero desde septiembre pasado, durante el parón provocado por el huracán Irma a los servicios aeroportuarios, el régimen empezó a desconfiar de los visitantes de Venezuela.
Hay quienes dicen que cuando los vuelos de los venezolanos coinciden con los europeos, no son maltratados para evitar que los turistas se den cuenta de la saña.
Testimonios
Los venezolanos se enfocaban en la venta de copias de textiles y calzados colombiano y panameño, ahora le suman bisuterías, herramientas de trabajo.
Hay quienes se atreven a meter a Cuba artículos para negocios de belleza y estilo, productos de ferretería y cualquier otro al que le puedan sacar unos pesos por encima del costo original.
Venezolanos aseguran que “bachaqueando” en Cuba se han comprado una casa y un carro.
“El éxito del negocio consiste en buscar cosas en Venezuela, tan baratas, que vendiéndolas caro a los cubanos les parezca barato”, señalan los “bachaqueros”.
Manuel Plaza, venezolano que asegura haber visitado la isla en más de 20 ocasiones, aseguró que venden “prácticamente vendemos de todo”. “Aquí la gente compra cualquier tipo de cosas, hay mucha necesidad”.
Mientras los vuelos estaban suspendidos Plaza se encargó de preguntar cuando se retomarían los viajes y la respuesta de los cubanos no fue la mejor.
“Mandaron a quejarnos con el presidente Maduro (Nicolás Maduro), porque supuestamente nosotros somos delincuentes que viajamos a Cuba para aprovecharnos del pueblo. Y que de aquí en adelante nos tocaba acostumbrarnos”, comentó Plaza.
A este comerciante que estuvo en Cuba cuatro veces en los últimos tres meses, le fueron ocupados más de noventa kilogramos de mercancía.
“Una sola vez venía pasado de peso, en Cubana de Aviación, pero en Venezuela pagué el sobrepeso a la aerolínea así que no tenían que quitarme los kilitos que tría de más. En otra ocasión, menos los efectos personales, se quedaron con el resto del equipaje”, destacó.
Saña
Martha Paula Jaramillo, es otra venezolana que hace comercializa en Cuba. Cuenta con la reputación de vender imitación de perfumes reconocidos a muy bajos precios en el municipio Arroyo Naranjo.
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Ella asegura que el afinamiento de los filtros en la frontera aeroportuaria es un “ensañamiento contra los venezolanos”.
“El problema es con nosotros los venezolanos, ahora somos los villanos”, sentenció Jaramillo.
Denunció que ha ingresado a Cuba nueve veces en cinco meses. De ellas, cuatro veces ha entrado acompañada de su esposo Carlos Moreno Ramírez.
“En noviembre tuvimos un primer viaje en el que le quitaron 40 kilogramos de 50 que traía. A finales de mes regresamos y fue cuando le decomisaron todo el equipaje, le notificaron que no podía volver y a pesar de que reclamamos y exigimos una explicación porque no estaba violando nada, nadie respondió, y mi esposo fue expulsado y ya”, detalló Jaramillo.
Solución
Muchos “bachaqueros” optan por casarse con un cubano para mantener el negocio.
Desde este momento los papeles se equilibraron.
Ahora los cubanos no tienen que pagar una alta suma de dinero por casarse con un extranjero y automáticamente obtener un visado diferente, porque la unión también le permite al entrar con sus mercancías sin mayores contratiempos.
Liz Amelia Colilla y Brenda Itúrria, dos jóvenes ‘bachaqueras’ que casi todas las semanas recorren barrios de las afueras de La Habana pregonando las mercancías que no consiguen vender al por mayor, ven la posibilidad de casarse en Cuba.
“Nos traen tomados del cuello, por eso el negocio del casorio es parejo ahora. Y tenemos ventajas porque en el aeropuerto podemos decir que son cosas para la familia, además traer equipos electrónicos que no nos permitían y las motorinas eléctricas, que son el negocio del momento”, comentó Colilla.
Antes a los cubanos les costaba alrededor de mil dólares casarse por negocio con algún venezolano.
Y así como en los matrimonios arreglados, en los negocios también hay equilibrio. Ahora hay quienes llevan comida y productos de Cuba a Venezuela.
“En Venezuela se hace una bolsita con un jabón, un tubo de pasta y un desodorante, y se vende a dos dólares o 170 mil bolívares venezolanos. La leche en polvo allá no la encuentras ni con lupa, si no la compro en Cuba mi niña se queda sin beber leche”, subrayó Itúrria.
Redacción Cubanos por el Mundo
