Un pequeño incendio en el Gran Teatro Alicia Alonso de La Habana, registrado el pasado jueves 29 de marzo, desató una cacería disimulada por parte de la Seguridad del Estado, que ronda el lugar buscando culpables de lo sucedido, una posición que es mal vista y considerada “paranoica” por los empleados. Según reseña de CubaNet.
Los días posteriores al incidente, los agentes vestidos de “civil” no han dejado de abordar a los trabajadores con preguntas como “quién tú crees que pudiera hacer ‘eso’” o “cómo son tus relaciones con los otros trabajadores”, como si estuviesen tras la pista de un “culpable”.
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Algunos trabajadores aseguran que tal despliegue detectivesco se debe a que el dictador Raúl Castro se encontraba en el Capitolio de la Asamblea Nacional, el mismo día del incendio. Sin embargo, la misma prensa oficial aseguró que el accidente se originó por una “falla eléctrica”.
El fuego de la sala García Lorca fue disipado por los bomberos sin registrarse daños mayores, siendo el segundo incendio registrado en el teatro tras su reinauguración en enero de 2016.
Un accidente
La mayoría de empleados consultados cree que el incendio fue producto de un accidente, que si bien pudo generarse a partir de la negligencia, el descuido o el desinterés, descartan que se trate de un acto premeditado.
Durante la pesquisas se encontraron dos bombillas de alto voltaje quemadas y se supone que pudieran haber sido el inicio del fuego.
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Hasta la fecha no hay detenidos ni sospechosos de la “autoría” del incendio, sin embargo, se especula que los agentes de civil de la Seguridad del Estado permanecerán en el teatro por ahora, vigilando el lugar.
Al menos cuatro incendios significativos se contabilizaron en el país en los tres primeros meses de 2018.
Los dos últimos ocurrieron en menos de una semana en las provincias de Pinar del Río y Matanzas, precedidos por otro en la Base Naval de Guantánamo y un en la Feria Internacional del Libro en La Habana.
Redacción Cubanos Por El Mundo