A finales del 2019 Venezuela tendrá su propia fábrica de fusiles de asalto rusos Kaláshnikov, mientras que la crisis económica y el hambre siguen siendo la principal preocupación de los venezolanos.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se reunió con su homólogo ruso, Sergei Shoigu, donde se acordó la ayuda para la construcción de la fábrica.
Según detalla el portal Interfax, esto garantizará la producción de rifles “en pleno apogeo”.
“Monitoreamos constantemente cómo se lleva a cabo el trabajo, y debe señalarse que esta planta es de importancia estratégica para la independencia de Venezuela y sus fuerzas armadas”, dijo Padrino.
El ministro chavismo, afirmó que la intención del régimen venezolano es seguir estrechando lazos militares con Rusia.
“Hemos discutido los temas de nuestra cooperación, queremos ir más allá de la cooperación técnico-militar convencional, profundizarla y desarrollar la cooperación a nivel operacional”, dijo
Venezuela se ha convertido en un país donde el hambre, la inflación, el desabastecimiento y la escasez, es la preocupación de millones de sus habitantes que a diario deciden abandonar su tierra y probar suerte en otras latitudes.
Mientras esto ocurre, Maduro impulsa unas elecciones que no cuenta con el aval de la comunidad internacional.
Redacción Cubanos por el Mundo