La capacidad de inversión prevalece frente al derecho que da haber nacido en Cuba, cuando se trata de otorgar tierras. Y es que el régimen castrista pretende desalojar a las familias de unas tierras en Trinidad para dárselas a una empresa que construirá hoteles y campos de golf.
Eso es lo que expresa en una carta Celia Margarita Martínez Herrera, representante de una de las decenas de familias que llevan más de 20 años viviendo en terrenos que ahora el Ministerio de la Agricultura de Cuba ha asignado a proyectos de construcción para el turismo.
El grupo Cuba Independiente y Democrática difunde la carta de la afectada, en la que se detalla que el pasado 2 de abril fue citada por la delegada municipal de Agricultura en el municipio de Trinidad para infórmale que debía desalojar.
Sin cuidar las formas le dijeron que de forma inmediata tenían que desmontar las casas y abandonar las tierras “porque en ellas se construirán hoteles y campos de golf”.
El argumento de las autoridades es que según una nueva Ley de Agricultura, “se prohíbe la entrega de tierras en todas las zonas costeras para los cubanos”, mientras que a los extranjeros que vienen a invertir el dinero, sí se les puede otorgar.
¿Del pueblo?
Según la carta, la funcionaria les dejó claro que “las tierras no son del pueblo”.
Por eso Celia Margarita Martínez, quien es el sostén de su madre de 100 años que está en silla de ruedas, preguntó entonces ¿de quién son las tierras?
Martínez no tiene a dónde mudarse con su madre, así como el resto de los campesinos que no tienen a dónde ir si los sacan de las tierras.
Proyecto
El proyecto que prevalece frente al “usufructo de hace más de 20 años” representa una inversión de 570 millones de dólares por parte de la empresa Beijing Enterprises Holdings Ltd en asociación con CubaGolf.
El complejo se ubicará cerca de Trinidad en la zona de Chorrera-Ancón y contempla la construcción de dos campos de golf de 18 hoyos, un hotel y dos mil 850 villas y apartamentos en venta para turistas.
Ojalá y todo este empeño de inversión en turismo trajera beneficios al pueblo cubano. Quizá así posiblemente valiera la pena el sacrificio. Pero la realidad es que cualquier proyecto que genere dinero engorda los bolsillos de la dictadura y afecta la sobrevivencia de los ya pisoteados cubanos.
Redacción Cubanos por el Mundo