Un cubano mostró ante la cámara de su celular un plástico puntiagudo que encontró mientras se comía un helado que compró en la heladería Coppelia, conocida como la “Catedral del Helado” en La Habana.
La denuncia la hizo de la mano de una advertencia hacia los padres de cuidar a sus hijos de este tipo de situaciones.
“Imagínense a los niños que son los que van en cantidades al único Coppelia que tiene Cuba bueno, al de La Habana. Que un niño se trague esto y se dañe el tubo digestivo o le pase algo peor” declara el hombre en el vídeo.
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Tras la publicación del vídeo en nuestra cuenta de Instagram los internautas no dudaron en expresar sus opiniones al respecto, pues para unos, en la Cuba de otros tiempos un testimonio como este era considerado “contrarrevolución”.
“Si fuera en mi época, decían, eso es contrarrevolución” escribió un usuario.
Para nadie es un secreto que en la Isla todas las empresas son manejadas por los militares y su dictadura. Nada más lejos del profesionalismo necesario para velar por el verdadero control de calidad de los productos de la Isla.
Además de que en Cuba sus habitantes deben resignarse a la falta de calidad en los servicios o productos, ya que no tienen derecho a demandar a ninguna empresa, como sí sucede en los países democráticos.
Catedral del Helado
La heladería Coppelia en La Habana es una de los más grandes del mundo y se encuentra ubicada en el lugar conocido como “La Rampa”, en la calle 23, barrio de El Vedado.
Sus instalaciones abarcan toda la manzana, entre las calles 23 y 21, K y recibe a más de mil clientes a la vez.
El Coppelia es un referente tanto para los locales como para los visitantes desde su apertura el 4 de junio de 1966. Adquirió todavía más fama cuando se filmó en ella la conocida película cubana Fresa y Chocolate.
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Redacción Cubanos por el Mundo
