Los jóvenes en Cuba, una generación que nació bajo el mandato de Fidel Castro que posteriormente fue relevado a su hermano, no saben lo que es la alternabilidad democrática, al menos en la práctica. Ahora, ante el traspaso de la presidencia de Raúl Castro previsto para el próximo 19 de abril, el escepticismo va ganando la batalla entre la juventud cubana, que se resigna a que todo marchará igual, aunque otro ocupe el cargo.
“Para serle sincero, yo no pienso que esto mejore. Al paso que vamos pienso que todo va a seguir igual”, asegura el joven Marlon Borrero tras ser consultado por América Noticias sobre sus expectativas ante el abandono de la presidencia de Raúl Castro.
Para muchos jóvenes, la muerte de Fidel Castro escondía la esperanza de que algunas cosas cambiarían para bien, sin embargo, con el pasar de los años el régimen cubano no ha sabido resolver los crecientes problemas sociales y económicos que inciden en los bajos salarios, la escasez de alimentos y medicinas, el deterioro hospitalario, entre otros flagelos.
Sin trascendencia
El mandato de Raúl sólo permitió la apertura tímida del sector privado, una iniciativa que se ha desarrollado en medio de excesivos controles estatales que asfixian a los cuentapropistas. Otra de las deudas de Castro es la unificación monetaria, se va de la presidencia sin haber materializado esta medida, que ha sido anunciada por el régimen desde hace varios meses.
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“Cada vez hay más vandalismo. Los chicos de 14 y 15 años los ves entrando a las discotecas para vender 3 o 4 cigarros de droga. Tú ves a las chiquitas de 15 y 16 años prostituyéndose, ganándose la vida dura, con dolor. Tú ves cómo por 5 o 6 dólares se acuestan con cualquier viejo”, relata un joven.
Aunque la mayoría, para no decir que todos los consultados, cree en la necesidad de un cambio en Cuba, son pocos los que consideran que está cerca.
Redacción Cubanos Por El Mundo
