La abogada independiente Mariennys Pavo Oñate pasó cerca de seis años de su vida tras las rejas luego de ser condenada a nueve años de prisión por el delito de “estafa continuada”, dictado por la Sala Segunda del Tribunal Provincial de La Habana en el año 2014. Tras demostrar la ilegalidad de la sanción, el Tribunal Provincial de Justicia reconoció el irregular proceso aunque se niega a asumir la responsabilidad del caso.
“Aquí están tratando de tirarle la toalla a Silvia María Jerez Marimón, la presidenta del Tribunal en ese momento. La propia Omayda, de Atención a la Población, reconoce que yo tengo la razón y me propone que hable una vez más con la vicepresidenta del Tribunal”, dijo Julio Ferrer, abogado independiente y esposo de la víctima, a CubaNet.
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La razón por la que Ferrer no está motivado a reunirse nuevamente con la funcionaria del Tribunal radica en que el pasado 24 de noviembre se reunieron y en el encuentro la vicepresidenta se comprometió a resolverlo todo “conforme al derecho”, sin embargo, nada sucedió al respecto.
Evadiendo la culpa
Los funcionarios del Tribunal buscan atribuir la culpa por “negligencia” a la jueza Marimón, quien era la presidenta del ente al momento de condenar a la abogada Pavo Oñate. Sin embargo, el esposo de Pavo Oñate asegura poseer las pruebas para demostrar que se trató de una sentencia intencional.
“Ya reconocieron la ilegalidad, ahora tienen que reconocer que fue intencional y acabar de liberar a mi mujer”, dice Ferrer.
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El abogado de Cubalex, también introdujo una demanda para exigir que como parte del proceso de liberación se asuma el daño y se proceda a resarcir a la afectada.
“Es una demanda para exigir la responsabilidad civil por daño moral derivada de la comisión de actos ilícitos”, precisó el jurista cubano.
Las acciones legales buscan demostrar que todos los demandados han ejecutado órdenes orquestadas por la Seguridad del Estado, sin ninguna legalidad. Una lucha valiente, que podría terminar como la gran mayoría de demandas relacionadas a la disidencia, engavetadas.
Redacción Cubanos Por El Mundo