A sus 93 años, Juan Vicente Garabito Sánchez, o Juanvi como todos los conocen en el poblado de Zulueta, sigue vistiéndose de mujer. Y es que a pesar de su elevada edad, transformarse es como una especia de liberación que lleva desarrollando más de 70 años.
El pasado 2017, Juanvi se presentó ante Ramón Silverio, director de El Mejunje, quien organizó una show enmarcado en el proyecto “Yo me incluyo” donde se presentaron varios transformistas, actores y actrices.
Allí, el anciano le reveló lo que le apasiona de su práctica y fue entonces cuando Silverio, impresionado, se lo llevó a Santa Clara donde actuó recibiendo ovaciones .
Según narra Juanvi a la web OnCuba, sus inicios fueron cono tabaquero, pero tras la llevada de la Revolución se quedó sin trabajo y tuvo que migrar a otra área.
“De jovencito me hice tabaquero, pero al triunfo de la Revolución las fábricas que había en el pueblo se trasladaron para La Habana y me quedé sin trabajo. Entonces fui para el cine y empecé a trabajar en la taquilla. Allí pasé toda mi vida laboral hasta la jubilación.”
Sin embargo su pasión por el transformismo comenzó desde muy pequeño. en el año 1958, se transformaba en el cuarto de su casa y se admiraba al espejo.
Su amor por el transformismo siguió creciendo hasta que logró su primera presentación en un espectáculo para recaudar fondos en beneficio de la Sociedad de Color del pueblo.
“Entonces le propuse a Peña, el director de la Sociedad, hacer un papel de mujer, doblar una o dos canciones vestido de mujer, pero me dijo que tenía que pensarlo”.
“Pasaban los días y yo le preguntaba a cada rato si lo habían decidido y él me contestaba que estaban analizándolo. Hasta que un día lo llevé a mi casa y le dije que iba a poner un disco y hacerle una demostración, que tenía que hacerse la idea de que estaba viendo a una mujer. Cuando terminé, Peña me dijo que podía hacerlo, que preparara todo y él me avisaba”.
Rechazo
El anciano afirma que nunca sufrió rechazo de la sociedad, o por lo menos de sus vecinos pese a que en ese momento estaban en pleno apogeo las Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP).
“A mí no me afectaron, pero sí a un amigo mío homosexual, mucho más joven. Se lo llevaron a la UMAP sin más ni más. A mi aquello me conmovió mucho, me subió la presión. Tenía miedo, mucho miedo de que también me pasara a mí”.
“Un día alguien de la Dirección de Cultura de Remedios me dijo que no podía hacer más eso, que hiciera otra cosa, como Carlos Ruiz de la Tejera, pero a mí los cómicos nunca me han gustado. Pasó un poco de tiempo y volví y me mantuve en mi personaje contra viento y marea, no me importaron las advertencias”.
Sin censura
El longevo transformista afirma que desempeñó su carrera artística sin rechazos ni de familiares ni amigos, por lo que afirma sentirse feliz de haber hecho lo que siempre le gustó.
“Entonces puedo decir que he sido feliz, que lo soy. No obstante, hubiera querido ser de otra manera. Tuve parejas pero con mucha discreción, y le rogaba a Dios que me perdonara; nunca viví junto a nadie”.
Redacción Cubanos por el Mundo