Parece que Mike Pence, vicepresidente de EEUU que encabeza la delegación de Washington en la VIII Cumbre de las Américas, no será en único en hablar con los representantes de Latinoamérica.
El senador cubanoamericano Marco Rubio, quien es muy escuchado a la hora de tomar decisiones sobre el ámbito latino, lo acompañará en esa ardua labor.
Y es que, tras la llegada de ambos en Lima, cada quien, por su lado, se reunirá con seis jefes de Estado, según reseña Diario de Cuba.
Ante este panorama existe la posibilidad de que Pence sea ignorado, por la presencia del senador que ha sido más polémico en los últimos meses por tratar temas espinosos de Latinoamérica. Temas que se tocarán también en la Cumbre.
En ese orden de ideas, Rubio marcó la pauta al declarar que la ausencia de Trump en la Cumbre era “comprensible” pero a la vez una muestra de que los problemas de América Latina, no pocas veces, “son relegados por asuntos más importantes relacionados con la seguridad nacional”.
Asignaciones
El senador mostró contundencia al informar que fue delegado por Trump para trabajar con los líderes de las Américas para tomar medidas más severas contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.
A Maduro se le retiró la invitación al encuentro democrático por dar muestras de totalitarismo en Venezuela. Será el único líder del Hemisferio Occidental que no podrá participar en el evento, pese a las solicitudes de muchos de retirarle también la invitación al dictador de Cuba, Raúl Castro.
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Para los líderes regionales, muchos de los cuales tienen que verle la cara a un presidente que quiere construir un muro en la frontera con México y sentarse a renegociar acuerdos comerciales, tal vez Rubio es el mejor suplente de Trump.
Rubio, de 46 años, niega tener demasiada influencia en Trump, pero dice que los dos están “instintivamente alineados” sobre la necesidad de promover la democracia en el Hemisferio Occidental.
Pero hasta sus detractores de izquierda admiten el peso que tiene Rubio en el gobierno de Trump.
Redacción Cubanos por el Mundo
