La censura sigue asechando al arte en Cuba. Esta vez, le tocó al performance “Hijos del Silencio”, del artista plástico Chino Novo, que sería presentado en la embajada de Noruega, en La Habana, pero fue censurado por las autoridades cubanas. La obra incluía cinco temas icónicos de Cuba, que serían interpretados en lenguaje de señas por un coro de 24 sordos.
El artista Reynier Leyva Novo donó 3800 CUC a la #00Bienal de La Habana, que tendrá lugar del 5 al 15 de mayo. Poco después que se posteara sobre la contribución al evento, las autoridades del MINREX llamaron a la embajadora de Noruega para exponerle la “queja” presentada por la Asociación Nacional de Sordos (ANSOC). Según CubaNet.
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“Están manipulando a los sordos como si no hubiera comunicación posible, como si la discapacidad fuera intelectual y no auditiva”, argumentaron los funcionarios en nombre de la ANSOC.
Posterior a la “reunión” de alto nivel, los oficiales del MINREX visitaron a varios miembros de la asociación a fin de intimidarlos sí decidían participar en la obra.
“Los visitaron como si fueran del MINREX y les dijeron si continuaban estarían incluidos en una lista y que nunca iban a poder viajar fuera de Cuba”, dijo Novo.
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Obra sobre censura
Irónicamente, el performance trata de la censura. Los temas que serían interpretados por los sordos son: Secretaria, del grupo Mocedades, La Fiesta de Blas, de Fórmula V, Revolution, de The Beatles, Cuando me fui de Cuba, que interpreta Celia Cruz, y Ya viene llegando, de Willy Chirino. Siendo los dos últimos los de mayor peso crítico.
“Es que era un grupo de canciones viejas ya, pero me di cuenta de que aún tienen su vigencia. La más problemática es la de Willy Chirino, pero que también es una canción súper patriótica”, explica el artista. Es una canción increíble que emociona te guste o no te guste la salsa y que habla de la separación, de su país, de la emigración”, dice el artista.
En el desarrollo de su obra, contactó a Alejandro Barreras, otro artista y el primer sordo graduado de la academia San Alejandro, a quien no le agradó que acudiera a la ANSOC, pues le aseguró que el gremio no se siente representado por el ente oficial.
“Desde que le dije a Alejandro que había ido a la ANSOC a él no le gustó. Me dijo que ellos no se sentían representados, que era tremenda burocracia y que les había boicoteado muchos proyectos, por eso muchos habían pedido la baja”, precisó Novo.
Decepción
Hasta el final Novo mantuvo la fe en que el evento se realizaría tomando en cuenta en que se se realizaría en la embajada de Noruega, sin embargo, no fue así.
“Yo siempre pensando: Esta es la embajada de Noruega, un espacio democrático y de libertad, todo va a estar bien. Ellos han hecho otros proyectos más frontales, mucho más de un coro de sordos. Yo me dije esto se va a hacer”, confiesa el artista cubano.
Novo asegura que se reunió con la embajadora para explicarle la situación, pero que al final, teniendo todo montando, el performance terminó censurado.
Redacción Cubanos Por El Mundo