Hay que tener estomago para ocultar un embarazo y dar a luz en un inodoro para luego esperar a que se muera el bebé. Pero peor aún, hay que ser inhumano para saber que son gemelos y al morir el primero enterrarlo en arena de gato.
Al parecer esa es la historia de Rachael Lynn Thomas, de 30 años, quien llamó a la policía luego de dar a luz en el baño de su casa, según reseña de El Nuevo Herald.
El hecho y sus circunstancias extrañas hicieron que la comunidad de West Melbourne, Florida, se escandalizara y la policía la arrestara.
¿Quién que sin saber que está embarazada, cuando se presenta el parto no pide ayuda?
El retraso en la llamada de emergencia es lo que hacer que la policía acuse a Thomas de negligencia infantil y alteración de evidencia.
Escena
Cuando los funcionarios de la policía llegaron al lugar encontraron un bebé recién nacido frío y cuya piel se tornaba azul y sangre por todo el baño.
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La mujer decía que había dado a luz en el inodoro y que “no sabía que estaba embarazada”.
Inmediatamente trasladaron al bebé a un hospital cercano, pero allí falleció.
La película de terror no terminó allí.
La policía encontró además rastros de sangre en la bañera, en la cocina y en unas tijeras que parecían haber sido limpiadas.
La evidencia los llevó al exterior de la casa y al revisar el depósito de basura en el garaje.
Allí encontraron una placenta y otro recién nacido sin vida escondido en una bolsa plástica tapada con arena para gatos.
El cuerpo del recién nacido tenía el cordón umbilical envuelto alrededor de su cuello y debajo de su brazo.
Confesión
Luego del hallazgo la mujer confesó que tuvo dos bebés, pero ambos habrían muerto en el parto y que eso la asustó.
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Como era de esperarse, Thomas fue arrestada y un juez le impuso una fianza de 3 mil dólares.
Las investigaciones no han determinado la causa de muerte de los gemelos.
