¿Qué es un “crimen violento”? Eso es lo que Donald Trump tiene que definir si pretende seguir teniendo la excusa de la violencia como razón para la deportación de extranjeros en Estados Unidos.
Y es que el Tribunal Supremo calificó como “demasiado vaga” la ley que exigía la deportación inmediata para este tipo de migrantes, dejando la política migratoria de Trump sin una de sus armas.
El Tribunal Supremo reafirma lo que ya el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco, había determinado en 2015, sobre esta ley, según reporte de EFE.
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Esa ambigüedad es lo que hace que no se puede poner en práctica la ley, y a su vez limita la capacidad del Gobierno para deportar a inmigrantes con antecedentes.
La votación de los magistrados del Tribunal Supremo fue cerrada. La nueva medida se tomó con solo cinco de los magistrados a favor, de los nueve existentes.
Proceso
Neil Gorsuch, magistrado conservador, encabeza la lista de los que aprobaron fuera derrocada la ley.
Él fue nombrado el año pasado por el presidente, Donald Trump, porque interpreta la Constitución de manera literal sin tener en cuenta los cambios de la sociedad actual.
La sentencia fue acordada por el caso específico de James Dimaya, un filipino que llegó a Estados Unidos en 1992 con 13 años.
El extranjero entre 2007 y 2009 fue condenado por dos delitos de robo y condenado a cuatro años de prisión en total.
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Entonces, en 2010, el Gobierno comenzó el proceso para deportación porque, a su juicio, los robos por los que había sido condenado podían considerarse “crímenes violentos”.
Su deportación en ese momento estaba amparada por la provisión recogida en la ley federal, que no especifica si el robo es un crimen violento o no.
Redacción Cubanos por el Mundo