Los celos matan. En esta oportunidad la víctima pidió la eutanasia, luego de un año y tres meses de sufrimiento, según informa The Guardian.
Es la historia de Mark Van Dongen, un jóven británico que eligió poner fin a su vida en una clínica en Bélgica luego de que su exnovia, en un ataque de celos, le vaciara un vaso con ácido sulfúrico en la cara.
Van Donge argumentó que padecía un sufrimiento físico y psicológico insoportable, que no estaba dispuesto a seguir viviendo.
Mark Van Dongen had interviews with police before he died via euthanasia https://t.co/aP3Hwx2MEk
— Bristol Live (@BristolLive) November 8, 2017
La fiscalía acusó a Berlinah Wallace, expareja de la víctima, por atacarlo mientras dormía.
Estado
Adam Vaitilingam, abogado acusador, asegura que la mujer ingresó a la habitación y vertió el líquido corrosivo sobre el rostro de Van Dongen, mientras reía y exclamaba: “Si yo no puedo tenerte, nadie más podrá hacerlo”.
“El ácido cubrió su cara y la parte superior del cuerpo, pero a medida que Van Donge se sacudía de dolor, el líquido se dispersó hacia su parte inferior”, relató Vaitilingam.
Detalló que el joven corrió en ropa interior hacia la calle “cubierto de ácido ardiente y pidiendo ayuda a los gritos”, hasta que fue ayudado por un vecino que lo metió bajo una ducha y llamó a los servicios de emergencia.
El joven terminó con el 83 por ciento de su cuerpo quemado y paralizado del cuello para abajo.
Por su fuera poco perdió por completo la vista de un ojo y casi la totalidad de la visión del otro.
El cuadro clínico obligó a los doctores a amputarle su pierna izquierda.
“Su rostro y la mayor parte de su cuerpo quedaron con cicatrices grotescas”, resumió Vaitilingam.
Defensa
Por su parte, Wallace, asegura haber pensado que el vaso que arrojó en la cara de Van Dongen contenía agua.
DE INTERÉS: Encarcelan a cubana en Islas Caimán por huir de jefe acosador y marido celoso
Su declaración no coincide con el hecho de que las investigaciones arrojaron que previamente había realizado búsquedas en internet sobre casos de ataque con ácido.
Por si fuera poco, sostiene que fue el propio fallecido el que puso ácido sulfúrico en el recipiente, con la idea de dárselo a beber junto con sus pastillas.
Redacción Cubanos por el Mundo
