Cada día conocemos más casos que corroboran el popular dicho “para el amor no hay la edad”, y es que Gary Hardwick y Almeda Errell, se conocieron en un restaurante cuando él era un adolescente de 17 años y ella una mujer de 71. A las tres semanas se casaron.
Hoy esta pareja lleva dos años de feliz matrimonio y han decidió compartir su historia de amor en el programa Extreme love transmitido por el canal online británico Barcroft.tv.
La pareja cuenta que desde el primer momento que sus miradas se cruzaron sabían que pasarían juntos el resto de sus vidas, así lo reseña El Nuevo Herald.
Según las respuestas que dieron en la entrevista, el joven y la mujer adulta tuvieron un encuentro breve, previo al del restaurante durante el funeral de un hijo de Errell quien murió por ataques de convulsiones a los 45 años.
Luego de esto, Errell, de ahora 73 años, organizó un almuerzo familiar en un restaurante Chuck E Cheese e invito al Hardwick y cuenta que “miré sus ojos y me enamoré.
Por su parte el joven de ahora 19 años, expresa su amor y dice:
“Ella siempre está llena de risas y nos conectamos muy bien, la química fue genial. Todo sobre ella capturó mi corazón desde el primer día”.
Al parecer al joven la diferencia de edad nunca lo intimidó, ya que al momento del encuentro, el adolescente acababa de terminar una relación de dos años con una mujer que entonces tenía 77 años.
“Nunca he sentido que me he perdido de algo por estar casado con Almeda. No encajo para nada en el grupo joven”. Expresa Hardwick
La pareja no tardo mucho en unir sus vidas para siempre, pues desde el mágico encuentro se habían enamorado.
Hardwick le propuso matrimonio a Errell dos semanas después de conocerla en el Chuck E Cheese y una semana más tarde, ya eran marido y mujer.
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Contexto familiar
Aunque la pareja se define como un feliz matrimonio, la relación les ha traido algunos inconvenientes con sus familiares, sobre todo a Errell a quien uno de sus hijos no le dirige la palabra desde que conoció a Hardwinck.
Por su parte, Indiana Elliott, uno de los nietos de la mujer dijo:
“Al principio que se juntaron me parecía un poco raro. Pero vivimos en el siglo XXI y esas cosas realmente no deberían importar”.
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Redacción Cubanos por el Mundo