La llegada a la presidencia de Miguel Díaz-Canel para nada representa una esperanza de cambio para “Los Sin Tierra”, un grupo de cubanos que viven angustiados ante “el temor latente de desalojo” debido a las amenazas del régimen, que en lugar de solucionar el déficit habitacional de la Isla, persigue a quienes improvisan viviendas en terrenos ilegales.
“El nuevo dictador de Cuba nada hará por mejorar sus condiciones de vida”, advierte uno de los afectados, Eliécer Góngora Izaguirre, en una denuncia hecha por el movimiento opositor UNPACU sobre la Cuba que hereda Díaz-Canel, en un video compartido por Martí Noticias.
El audiovisual se realizó en el reparto Nuevo Sosa, bautizado por los vecinos como el reparto “Los Sin Tierra”, por el peregrinaje que han vivido los ocupantes ilegales en su propio país, desalojados en varias ocasiones de otros poblados por las autoridades cubanas. La última desocupación ocurrió hace cinco años.
Pobreza extrema
Los pobladores de la improvisada comunidad, que posee entre 30 y 40 casas, viven en pequeños ranchos de lata, sin higiene ni baños. Sus “colchones” son viejos sacos recogidos de la basura, apilados con cartón y pedazos de madera.
“No hay solución para nada, lo único que dicen es que vienen a demoler, pero no hay respuesta de nada”, dice Lariuska Molina del reparto Nuevo Sosa.
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Góngora, coordinador de UNPACU en Jobabo, Las Tunas, fue detenido y acusado por las autoridades del “delito de usurpar funciones públicas”.
Los denunciantes que parecen en el video de UNPACU “pudiesen ser de los primeros presos políticos del tercer dictador de la Cuba castrocomunista, Miguel Díaz Canel”, concluye Góngora.
Redacción Cubanos Por El Mundo
