En septiembre de 1914, al inicio de la Primera Guerra Mundial, desapareció el HMAS AE1, el primer submarino de la Marina Real Australiana, y actualmente una expedición organizada por la Armada nacional logró grabar con un dron sus restos que yacen en aguas profundas frente a las costas de Papúa Nueva Guinea.
Según reseña Navy Daily, el submarino se perdió la mañana del 14 de septiembre de 1914, bajo el mando del teniente Thomas Besant, cuando la nave salió de Rabaul, Papúa Nueva Guinea.
Su destino se convirtió en uno de los principales misterio de la historia militar australiana, ya que eso fue lo último que se supo de la nave y sus 35 tripulantes.
Fue la primera pérdida sufrida por la Marina de Guerra del país oceánico en la primera Guerra Mundial.
Expedición
La expedición se llevó a cabo con la ayuda de Paul Allen, cofundador de Microsoft, quien donó su barco de inestigación Petrel, así como también implicó a la utilización de un dron submarino para filmar e inspeccionar el naufragio.
La cámara que posee es de alta definición lo que permite ver claramente y con ezactitud los restos del puento de la nave, la sala de control y la taza de cerámica del inodoro.
Estas imágenes podrían revelar el misterio que envuelve el hundimiento, ya que en a lo largo de un poco mas de un siglo ha generado muchas especualciones, incluyendo la hipótesis de que el submarino fue atacado por una nave alemana enemiga o que fue golpeado por un buque militar.
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Redacción Cubanos por el Mundo