En sólo unos minutos, cualquier vecino de la Isla de Pinos, en Cuba, puede comprar una copia de su película preferida en Cybercopy, la tienda automatizada de Ricardo, un programador autodidacta que se las ingenió para aumentar sus ingresos sin salir de casa.
“Al meter el código el sistema ya reconoce qué cliente es. Yo lo prendo desde las 7.00 de la mañana hasta las 10.30 de la noche”, explicó Ricardo a Diario de Cuba.
El desarrollo del proyecto comenzó en 2009 y no fue sino hasta el 2011 que lo pudo implementar, construyendo una especie de cajero automático empotrado en una de las paredes de su vivienda, que permite a los clientes seleccionar la película de su preferencia y luego comprarla, almacenándola en un pendrive.
El programa salió a flote luego de ponerse a prueba ese año, cuando Ricardo prestó el servicio de manera gratuita durante un mes. En la primera línea superior de la pantalla, aparece reflejada la información del cliente, donde se especifica si posee créditos y su categoría, además de la cantidad de copias almacenadas en su memoria.
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Planes
El programa de Ricardo posee la capacidad de ordenar a sus clientes según su categoría, algunos de suscripción fija, que poseen créditos ya cancelados y se van consumiendo con cada película extraída del sistema. Así también, existen los clientes “libres” que compran y cancelan sus copias en el momento.
La pantalla de la tienda express permite seleccionar los códigos correspondientes a las películas, que el cliente insertará en su pendrive para llevarlas a casa. El listado de películas separadas por género, puede verse en una barra vertical derecha, donde se destaca al cine cubano, por ejemplo.
Ricardo ha declarado a medios locales que su idea ha causado sensaciones entre sus vecinos y clientes.
Redacción Cubanos Por El Mundo