Lo que puede provocar el alcohol y la adrenalina en una fiesta puede terminar en tragedia. Un ejemplo de ello fue el asesinato de Elio Mandiel Montejo Álvarez, de 31 años de edad, en Bayamo, según reseña de Cubanet.
Un joven murió producto de las puñaladas que le fueran infligidas frente a los presentes en una fiesta pública, realizada en la localidad de Molino Rojo, en el Oriente cubano.
Un testigo del ataque y amigo del occiso comentó que “el problema comenzó por Guegui”.
Este hombre, también amigo del fallecido, “le dio una bofetada” a su atacante conocido en la localidad como “Tomasito”.
El testigo contó que luego de la cachetada, el que se convertiría en el asesino de Montejo Álvarez, intentó atacar a Guegui.
Tomasito no pudo hacerle nada al Guegui y quiso vengarse por haber recibido la cachetada.
“Volvió y señalando a Mandiel, dijo: ‘Pues contigo mismo, que tú andas con él’, y le dio un par de puñaladas”.
Tras apuñalar a Montejo Álvarez, el atacante “lamió el cuchillo ensangrentado y se dio a la fuga”.
A la mañana siguiente se entregó voluntariamente a las autoridades de Bayamo.
Para salvarlo
El esposo y padre de familia fue socorrido por los familiares con los que andaba en la fiesta y luego llevado a al consultorio local.
Al revisarlo, los médicos del Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, concluyeron que dos puñaladas en la región abdominal le provocaron hemorragia interna y con ello la muerte.
Las graves heridas afectaron el hígado, un riñón y un pulmón de la víctima. No lograron salvarlo.
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Redacción Cubanos por el Mundo