Ni siquiera mentiras se atrevió a decir Miguel Díaz-Canel en su primer discurso como dictador. La concentración estuvo a cargo del primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro y su sucesor estuvo a la sombra.
No hubo promesas, ni propuestas para los trabajadores, sino un mensaje de respaldo al nuevo dictador, a Castro y a la continuidad del régimen comunista en Cuba, según reseña Martí Noticias.
La concentración y marcha en celebración del Día Internacional del Trabajador, fue la peor de las realizadas hasta ahora, de todas a las que los trabajadores del Estado han tenido que ir obligatoriamente, puesto que del trabajo fue de lo que menos se habló.
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Y eso que luego de que Raúl Castro hablara, Miguel Díaz-Canel le dio su tiempo de protagonismo verbal al máximo dirigente del único sindicato permitido en el país, Ulises Guilarte, secretario de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
El sindicalista se comportó como lo que es: uno más del régimen. En su discurso estuvieron ausentes las demandas de los trabajadores y la urgencia de nuevas leyes de protección laboral y política salarial.
Guilarte, se limitó a apoyar “la Revolución, a Raúl y a la nueva dirección del Estado y del Gobierno” y el nuevo dictador a estar presente vestido con camisa blanca, una gorra con los colores de la enseña nacional y agitando una pequeña bandera cubana en la mano.
¿Qué celebrar?
Guillermo del Sol, periodista independiente de Villa Clara, señaló que para los cubanos de a pie el 1 de Mayo es un día más, sin especial significado ni motivos por los que celebrar.
“¿Qué van a celebrar allí? ¿El grado de desempleo creado por Raúl Castro? ¿Qué podemos celebrar a 60 años de este proceso degenerativo que estamos viviendo, que es mal llamado revolución?”, se cuestionó Del Sol.
William LeoGrande, académico, señaló en un artículo publicado recientemente en America’s Quarterly, que la fuerza laboral en la Isla se redujo en 718 mil personas desde 2010 luego de racionalizar las empresas estatales.
Se esperaba que el impulso al sector privado proveyera empleos alternativos a los trabajadores estatales racionalizados, pero el proceso ha sido lento.
Solo el 18 por ciento de los cuentapropistas proviene del sector estatal, según estadísticas oficiales.
Redacción Cubanos por el Mundo
