Un austriaco de 63 años identificado como Alfred, fue el responsable de un horrendo crimen. El sujeto asesinó a una prostituta eslovaca, cortó su cuerpo en pedazos, algunos los arrojó a un lago y sus entrañas las congeló para “comérselas más tarde” según informa Kronen Zeitung.
El caso salió a relucir luego de que un pescados encontrara un torso femenino en el fondo del lago Neusiedl, ubicado en la frontera entre Austria y Hungría.
La cabeza de la mujer fue encontrada más tarde.
Alfred está bajo custodia en la ciudad austriaca de Eisenstadt. La policía informó que encontraron las entralas de la mujer en una pequeña choza situada a orillas del lago, cuyo propietario es el asesino.
Verstörende Aussagen des Axtmörders vom Neusiedler See: "Wollte von ihr kosten." https://t.co/Y4dV6hjgAu pic.twitter.com/kx3P292ObE
— Kronen Zeitung (@krone_at) May 2, 2018
Cuando las autoridades lo confrontaron, Alfred U. dijo que es caníbal y que quería comer la carne de la mujer. “Tenía la intención de probarla en una fecha posterior”, explicó, según informes, el acusado.
El hombre usó un cuchillo y una sierra para cortar el cuerpo en pedazos dentro de una bañera en su casa en Viena.
Luego decidió triturar las entrañas, para hacerlas lo suficientemente pequeñas como para caber en su congelador. El hombre reveló que luego condujo varias veces en su viejo Mercedes hasta su choza en el lago Neusiedl, donde se deshizo del cuerpo pieza por pieza, pero conservó las entrañas.
Harald Brenner, jefe de la policía local, informó que el asesino intentó “dar una pista falsa”, pero los investigadores encontraron pruebas de ADN en la choza.
Los hechos
El homicida detalla como ocurrió el crimen. Ambos se conocieron en una estación ferroviaria de Viena y de allí fueron hasta su casa donde tendrían relaciones sexuales.
“Le pedí que fuera amable conmigo, que me besara y acariciara. Ella lo rechazó. La agarré por su pecho, y de repente comenzó a gritar”, recordó. “No pude soportar esos gritos, tuve que estrangularla para silenciarla”.
Alfred U. es un exconvicto que pasó 32 años en prisión. Fue liberado en octubre de 2016 porque dos psiquiatras lo declararon inofensivo.
“No soy una mala persona. Solo quería que las mujeres me amaran. Pero no me trataron bien”, aseguró
Redacción Cubanos por el Mundo
