El periodista independiente Vladimir Turró contó la horrible experiencia vivida durante los tres días de encierro a los que fue sometido de manera arbitraria por la Seguridad del Estado tras ser detenido por “receptación” dos días antes del Primero de Mayo, en La Habana.
La medida fue parte del despliegue oficial para evitar cualquier acto subversivo en la celebración del Día del Trabajador.
“Éramos seis en una mazmorra para dos, mis compañeros estaban allí por delitos comunes y llevaban más de veinte días encerrados en aquel infierno. Disponíamos de agua potable por sólo una hora después de las seis de la tarde y los alimentos te mandaban corriendo para el baño. Así transcurrieron aquellos tres infernales días, que no parecieron acabar nunca”, confesó el comunicador en CubaNet.
Emboscada
El opositor fue detenido en una especie de emboscada policial al taxi donde viajaba junto con Eliecer Llorente, hijo de Daniel Llorente, el hombre de la bandera detenido en 2017. Ambos fueron detenidos y aislados sin exposición de motivos.
Turró cuanta que tras ser trasladado a una unidad policial, lo despojaron de todas sus pertenencias y lo encerraron en un calabozo.
DE SU INTERÉS: Periodista detenida en Camagüey por intentar tomar foto a desfile de Trabajadores
“El carcelero abrió el candado de una enorme reja que, por su grosor, parecía ser la puerta de una jaula para leones y me condujo a un gran salón con rejas similares”, donde posteriormente sería amenazado por los oficiales encargados de su caso.
Amenaza
Tras hacerse esperar, apareció el oficial Carlos, el agente de la Seguridad del Estado encargado de Turró, y “de hacerle la vida imposible”. El funcionario le informó que había sido acusado por “receptación” y no por su trabajo periodístico. Sin embargo, todo el interrogatorio giró en torno a su labor como periodista independiente y al desfile del Primero de Mayo.
“Voy a ser claro, cuando se acabe el desfile los voy a soltar a los dos, pero tienen que estar tranquilos o de lo contrario tendremos que usar la fuerza”, fue el ultimátum que le dio el represor.
Finalmente el disidente fue liberado la tarde del 2 de mayo luego de colocarle una multa de 60 pesos.
“Aquella era una amenaza clarísima que decidí acatar, pues mi intención no era quedarme en aquel horrendo lugar”, confesó Turró.
Redacción Cubanos Por El Mundo
