La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) le habló claro y públicamente a Marcelo Resende representante de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Cuba, según reseña Diario de Cuba.
“Lo que no necesita Cuba son funcionarios internacionales que vengan a ensalzar la inexistente voluntad política del Gobierno cubano en el combate contra la pobreza y el hambre en Cuba”, señala una carta pública emitida por la FDHC.
Y es que la organización asegura que Resende está al tanto de todas las malas prácticas del régimen en cuanto a la producción de alimentos, por lo cual lo considera, con sus declaraciones, “cómplice consciente de ese crimen a la seguridad alimentaria del pueblo cubano”.
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Aseguran que Resende, “viene deshaciéndose en elogios a los métodos de producción alimentaria del Gobierno cubano en medios de la propaganda oficial en la Isla”.
“Con poco sentido de su responsabilidad profesional y gran despliegue de servilismo hacia la dictadura cubana, usted ha pretendido ayudar al Departamento Ideológico del Partido Comunista de Cuba a persuadir a los cubanos de que, en la actual coyuntura, ellos están en mejor situación que el resto del mundo”, señala la organización.
“Permítanos informarle que pocos ven o leen ya esa propaganda en Cuba. Nadie puede creer en ella cuando va en busca de alimentos y no los encuentra. Los cubanos no son idiotas, Sr. Resende. Usted tampoco. Sabe perfectamente que ha mentido”, agrega la misiva.
Acciones
La FDHC señaló que el régimen cubano “le hace la guerra a la prosperidad, no a la pobreza”. Y que el funcionario se “ha hecho parte de la actual ofensiva de manipulación mediática que responde con propaganda, no con productos, al acelerado desabasto de alimentos” en Cuba.
Recordó además que, desde hace cuatro décadas, las políticas públicas agropecuarias han acabado con potencial de producción nacional y que ahora, sólo cuando hay divisas para hacerlo, se importa el 80 por ciento de los alimentos que consume un país con un clima capaz de tener varias cosechas al año.
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Para la Fundación, “la causa de que en Cuba no haya papas, boniatos o vegetales, es el bloqueo nacional del Estado cubano a la iniciativa ciudadana. No es el embargo”.
“Lo que necesitamos los cubanos es una transformación del sistema de producción agrícola basada en la propiedad privada y la libertad empresarial que sea al menos similar a la que puso fin a la hambruna vietnamita y convirtió a ese país, en muy breve tiempo, en exportador de alimentos”, considera.
La carta concluye: “En dos palabras: se necesita poner fin al monopolio del Estado y al bloqueo nacional al desarrollo del sector privado de producción agropecuaria y su comercialización”.
Redacción Cubanos por el Mundo