¿Lento pero seguro? Será a eso a lo que se refiere Miguel Díaz-Canel, nuevo dictador de Cuba, cuando dice que “continuará las reformas en la Isla, pero sin aplicar políticas de choque”, según reseña AP.
De cualquier forma, esas fueron las palabras de jefe de Gobierno de una de las naciones más pobres de Latinoamerica, quien, además, irónicamente asumirá por dos años la presidencia de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
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Cuba, en la figura de Miguel Díaz-Canel, sustituye a México en la presidencia de la CEPAL, una organización regional que depende de las Naciones Unidas y una activa impulsora del desarrollo económico.
La gente se pregunta: ¿Cómo puede estar al frente de una organización que lucha por el desarrollo económico, un dictador que tiene a su pueblo en la miseria, que rechaza la iniciativa privada y que además culpa al embargo económico de EEUU, sobre su situación?
Esa respuesta quizá nadie nunca la tendrá.
Palabras vacías
Díaz-Canel aseguró que “a pesar de las dificultades que enfrenta la economía cubana debido al recrudecimiento del bloqueo impuesto contra Cuba por casi seis décadas, siguen enfocados en las metas de desarrollo fijadas a fin de preservar, ampliar y profundizar los logros alcanzados”.
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Aseguró que la Isla continuará con la “actualización del modelo económico y social iniciado”, pero “regidos por la premisa inviolable de no dejar a ningún ciudadano desamparado”.
“Nunca aplicaremos las conocidas terapias de choque que solo afectan a los más necesitados”, refirió.
De salida
Por su parte, Alicia Bárcena, actual líder de la CEPAL, quien señaló que la desigualdad es el principal desafío que enfrenta la organización que dirige.
Informó que 187 millones de personas en la región viven en la pobreza, siendo el continente del mundo con una mayor brecha entre ricos y pobres. “La desigualdad no solo es injusta sino ineficiente” aclaró.
Bárcena indicó que en 2018 la economía regional crecerá un 2,2% luego de dos años de recesión. Cuba fue uno de los países que creció poco en 2017, solo el 1,6%, luego de sufrir su primera recesión en 2016.
Empuje
Por su parte, Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, exhortó a conseguir una “globalización equitativa que no deje a nadie atrás”.
Propuso a aprovechar la “cuarta revolución industrial” como fuente de bienestar frente a los riesgos sociales y económicos que plantea.
“Nos guste o no, el aumento de la desigualdad se ha convertido en el rostro de la globalización y ha generado descontento, intolerancia e inestabilidad social, sobre todo entre nuestros jóvenes”, afirmó.
El secretario de la ONU, que se reunió con el nuevo dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, y hoy lo hizo con el dictador Raúl Castro, tiene previsto regresar esta misma tarde a Nueva York.
Redacción Cubanos por el Mundo
