La fatalidad de las carreteras cubanas no sólo la producen los accidentes de tránsito registrados, sino también la poca inmediatez por parte de los servicios de emergencia durante las tragedias.
Así quedó demostrado el pasado el pasado 16 abril cuando un mototaxista lesionado tras sufrir un aparatoso accidente en la calle Aguilera de Santiago de Cuba, debió agonizar casi una hora sobre el asfalto caliente y ante el sol inclemente del mediodía, mientras llegaba una ambulancia.
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“Afortunadamente no llevaba pasajero en el momento del siniestro, aunque tuvo que sufrir una espera angustiosa hasta que llegó el servicio de emergencia”, opinó Dwight Chapman, en Martí Noticias.
El siniestro ocurrió justo entre el museo Tomás Romay y la sede del gobierno provincial de Santiago de Cuba, donde los presentes aseguraron que el conductor de la moto perdió el control de la unidad al pasar sobre un charco de aceite, quedando tendido en el suelo y adolorido.
Lentitud
Martha, una testigo del accidente, expresó su desconcierto por la tardanza de la asistencia médica: “No entiendo por qué no ha habido un servicio más efectivo de primeros auxilios, si a solo tres cuadras está el Policlínico Camilo Torres”.
Sí no fuese por la solidaridad de los testigos la tragedia hubiese sido mucho peor, luego de que tras muchas llamadas a los servicios de emergencia y de quejarse por su demora, el joven continuó por 45 minutos quejándose del dolor, a pesar de que los vecinos se turnaban para taparle el sol e improvisaron una camilla de cartón para que no se quemara con el pavimento caliente.
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Al fin
Tras tomarse su tiempo los cuerpos de asistencia y de seguridad llegaron al lugar. Una instructora de tránsito se apersonó casi junto con la ambulancia, además de una patrulla que llegó en tono autoritario quitando a la multitud que asistió al hombre durante la extendida espera del servicio.
Según las personas consultadas en el lugar, el accidentado no mostraba signos de ebriedad ni tampoco se atribuyó el siniestro al exceso de velocidad.
Una vez más, todas las negligencias oficiales conspiran contra la vida de los cubanos, sin que puedan hacer algo más que reforzar la prudencia y encomendarse a Dios, porque el estado sigue sin diseñar propuestas y soluciones a este flagelo que sigue cobrando víctimas.
En el primer trimestre del año se registraron dos mil 560 accidentes en las calles de Cuba, uno de los países más pequeños de Latinoamérica. En cuanto a los heridos, se registraron mil 960.
Redacción Cubanos Por El Mundo
