Isabel Urquiola cumple 71 años. Hoy, como algunos otros años de su vida su celebración se junta con la del Día de la Madre. Tendrá felicitaciones, pero el peor de sus regalos es tener a su hijo en la cárcel. Se trata del biólogo Ariel Ruiz Urquiola, a quien el Tribunal Municipal de Viñales, Pinar del Río, condenó a un año de cárcel por “desacato”, según reseña Diario de Cuba.
Isabel está orgullosa. Su hijo es un conservacionista cuyo sueño es la recuperación de la diversidad biológica del Parque Nacional Viñales. Es profesor universitario y tiene una carrera brillante. Quizá ese es su verdadero delito. Desafiar la ineficiencia del régimen con ideas que prometen.
Ahora el hijo de Isabel es un delincuente por presuntamente, llamar “guardia rural” a un guardabosque que aparentaba realizar un chequeo rutinario por su finca. El funcionario desde que entró al sitio comenzó a tener una conducta indebida y vulgar sobre las tierras.
Ariel Ruiz Urquiola, en su responsabilidad como usufructuario, grabó al funcionario con la cámara de su móvil, pero los archivos fueron ocupados por la Policía y no presentados en el juicio. Sin embargo, el testimonio del guardabosque, sin más pruebas que su palabra desleal, sirvió al Tribunal para condenar con el máximo rigor que para el “desacato” contempla la ley.
De cualquier modo, Ariel Ruiz Urquiola afirma que no llamó “guardia rural” al funcionario, sino que frente a su actitud hostil y luego de negarse a enseñar su identificación, le preguntó si aquella invasión era al estilo de un guardia rural.
Relación
Isabel Urquiola no podrá estar con su hijo hoy. Pero tampoco lo pudo ver durante el confinamiento previo al juicio, ni después de dictada la sentencia. Ellos comparten el amor por la tierra.
“Mi mamá tiene muy buena mano para las plantas, todo lo que siembra se le da”, Cuenta Omara Isabel Ruiz Urquiola, hermana de Ariel.
“Ariel había intentado decirle a mi mamá cómo se sembraba, y ella le recordó que fue ella quien lo enseñó a hacerlo. Yo le dije que era cierto, que mi mamá sembraba mejor que él. Entonces él me apuntó de esa manera con la manguera”, describe Omara.
Cuando Isabel tenía 12 años, se enamoró de aquella idea de que cada cubano supiera leer y escribir, y puso la finca de su papá, en el municipio pinareño de Mantua, a disposición de la alfabetización de los trabajadores.
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El año que nació su hija Omara Isabel, se graduó de maestra de Ciencias Biológicas y Producción Agropecuaria. Se había decidido por la docencia, abandonando su interés por la medicina, frente a la necesidad de maestros que anunciaba el país.
Al año siguiente de su graduación, ya trabajando en la Escuela Vocacional Lenin en su sede inicial de la calle Vento en 1974, nació Ariel.
De familia
Su hijo biólogo. Su hija Omara Isabel, de 44 años, graduada de Historia del Arte, profesora en el Instituto Superior de Diseño (ISDi) de la Universidad de La Habana y especialista en la historia del diseño y cultura cubana enfocada a la conservación del patrimonio construido.
Tres cubanos ejemplares, educados y amantes del país. Madre con sus dos hijos golpeados por la dictadura. Tanto amor y talento. Semejante orgullo de ser cubano, debía ser agredido por el castrismo y la perfidia persistente de lo peor que anida en esta Isla.
Llegará el día en que cada cubano asumirá como una tarea personal restañar a la nación del daño causado por el castrismo.
Omara Isabel y Ariel lo han emprendido hace mucho, para orgullo de su madre, sus amigos y la patria que los vio nacer.
Redacción Cubanos por el Mundo
